Usted y mucha gente han dicho que el Carnaval de Barranquilla es la fiesta más importante de Colombia. ¿En qué se basan? J. M. Arce, Bogotá
En lo que me toca, simplemente, en que por su monumentalidad y su belleza es la de mostrar al mundo, y en que por eso a su lado las demás lucen como jolgorios de aldeas.
Te olvidé, himno del Carnaval, es del maestro Peñaloza. Poco se sabe del autor de la letra, el español Mariano San Ildefonso… Samuel Whelpley, B/quilla
Por los muchos libros que publicó y por sus acciones, San Ildefonso (1904-1981) se me antoja un individuo hiperactivo y genial. En España y en Colombia, fue autor de poemas, novelas, cuentos, teatro y radioteatro, crónicas… Comenzó su labor literaria en El Adelanto, diario de Salamanca, y, luego, en Madrid, fue redactor jefe de varios medios impresos, conferenciante y colaborador de la emisora Unión Radio Madrid. Hacia 1951, se asentó en Bogotá, quizá después de huir de la Guerra Civil Española y de pasar por varios países. En Colombia, comentaba las carreras del Hipódromo de Techo, inaugurado en 1954, y fundó y dirigió la revista hípica La Meta. Vivió casi veinte años en nuestro país, donde fue popular gracias a la prensa: redactor jefe de la revista Estampa, colaborador de El Tiempo, redactor de planta once años en El Espectador, con programas en el Canal 7 de la TV o en la cadena de radio RCN, en cuyo teatro incursionó como actor. Regresó a su país en 1970, y allá trabajó en emisoras y en el diario ABC, y siguió publicando, incluso, esta vez, sus conferencia dictadas.
Hay verbos inexistentes usados en español: accesar, aperturar, direccionar, legitimizar, particionar, sanitizar. ¿Por qué los inventaron? RPC, B/quilla
La lengua es un sistema de comunicación verbal o escrito, que cuenta con estructura, normas gramaticales y vocabulario, pero no está acabado y, por eso, constante y lentamente desarrolla cambios fonéticos y léxicos. En su Arte poética, VII, Horacio hace este símil: “Como el bosque muda de follaje al declinar el año y caen las hojas más viejas, de la misma manera perece la generación antigua de palabras y, al modo de los humanos jóvenes, florecen y tienen brío las nacidas hace poco”. De esta invariable renovación, de esta vivacidad, son ejemplos los verbos a que usted alude, que, aunque hoy disuenen, es probable que mañana la Academia los admita si alcanzan en América o en España un uso universal. De la lista, han sido aceptados accesar y direccionar, pero solo en ámbitos informáticos, pese a que es innecesario, pues existen acceder y dirigir. Considerando que escribir bien implica economía o decir lo mismo con menos letras, veamos dos más: el horrendo aperturar, hoy de moda, verbo superfluo, pues existe abrir, más corto; el retorcido legitimizar, verbo absurdo, pues tenemos legitimar, también más corto. En fin, los verbos mentados, con las dos excepciones parciales, son incorrectos… por ahora, y por ahora deben evitarse, pues los válidos siguen vigentes.
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