Juan Gustavo Cobo Borda, el amigo cercano, a pesar de la distancia física, y siempre atento colaborador en nuestras aventuras literarias y compañero fiel desde el primer espaldarazo a este ya asentado Concurso Nacional de Poesía de la Universidad Metropolitana, desde su Extensión Cultural, donde siempre ha mantenido su concepto de que la poesía que muchos consideran ajena a la cotidianidad, es la entraña de la vida. Apoyada en este consenso solo me queda la enorme gratitud, extensa a nuestro rector, Juan José Acosta Ossío, por seguir manteniendo este concurso metropolitano ya en su veintitrés edición, que junto con el Concurso Nacional Metropolitano de Cuento, en sus cuarenta y dos años –creo que seguimos siendo el más antiguo sin interrupción a nivel regional y nacional, adalid en fomentar la capacidad de la expresión escrita–.
En estos días, reunido el jurado designado para el XXIII Concurso Nacional Metropolitano de Poesía, integrado por los escritores Guillermo Tedio, Miguel Iriarte y Ariel Castillo, después de leer y evaluar los trabajos remitidos al certamen y tras las debidas deliberaciones, decidió otorgar el premio al poemario titulado “Espiral”, firmado con el seudónimo de “Odysseas”, que abierta la plica respectiva corresponde a Rubén Darío Barreto Viana. En el poemario ganador, “Espiral”, el jurado destaca: “el tema de la naturaleza (la lluvia, el mar, el sol…) asumido mediante el lenguaje contenido, que dice sin estridencias, sin excesos, transmitiéndonos la humanidad del hablante, el lirismo del paisaje exterior cuando se hace íntimo y personal, así que son poemas cruzados por un toque leve de cotidianidad en la que se produce siempre una revelación final, como la pincelada de luz de un cuadro impresionista”.
Así mismo, exalta la labor de la Universidad Metropolitana y su Extensión Cultural, y a su directora, Emilia Sáez de Ibarra, por mantener este certamen literario en el que nuestros creadores ponen a prueba su arte y su sensibilidad para la escritura poética.
En palabras textuales del maestro Juan Gustavo Cobo Borda, miembro del jurado y presentador de la primera edición del Concurso Nacional Metropolitano de Poesía, “La calidad que alcanza el concurso desde su primera convocatoria justifica su continuidad y lleva a solicitarse la publicación de las obras premiadas”.
La poesía es la virtud innata a la naturaleza humana de compartir nuestros sentimientos más profundos a través de la expresión oral o escrita. Esta reflexión surge con motivo de una fecha que conmemora los cuarenta y dos años del Concurso Nacional Metropolitano de Cuento, y que junto con el de Poesía, avalan el convencimiento de que la poesía y la escritura son la parte espiritual que nos conecta con la vida. No es solo un atardecer, la sonrisa de un niño, o las lágrimas de un anciano. Es la alegría que respiras cuando te enfrentas a cada mañana y te juzgas cada noche soñando con el día siguiente. Poesía eres tú. Somos todos cuando, cada mañana, nos enfrentamos a la ilusión de vivir. Y somos capaces de tragar en seco. Levantar la frente y darle la mejor sonrisa al nuevo día que llega.