En la Ciudad Dorada imaginada por la reina del Carnaval del 2010, Giselle Lacouture, para la coronación de Carolina Segebre, y producida y dirigida por Víctor Ariza, el hombre que elevó el techo de las ceremonias de inauguración y clausura de los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Seres Oscuros del Aburrimiento acaban siendo vencidos por la magia de la heroína Carolina, que consigue devolver la luz, el color, el sonido y la alegría a sus habitantes. Lo logra gracias a sus potentes poderes que ejerce con legiones de congos, paloteos, farotas, y con versos de decimeros tradicionales crea un ritmo celestial y los aburridos pasan al lado claro de la vida. Todo eso se desarrolló anoche al otro lado de la Ciudad Dorada, en el histórico Romelio Martínez.

La noche anterior a la coronación de Carolina, al otro extremo de la Ciudad Dorada y en otra catedral del fútbol, el Metropolitano Roberto Meléndez, emergió un ser oscuro vestido precisamente de negro, llamado Ricardo García, que convirtió lo que estaba llamado a ser un partido de exhibición de Junior, que sirviera para el deleite y regocijo de una ciudad llena de alegría, en un espectáculo aburrido y feo. Nada que ver con lo inspirado por Lacouture y Ariza.

Probablemente en el acta del partido, el ser oscuro escribió que Enrique Serje fue expulsado a los cinco minutos de empezado el encuentro por una acción que solo daba, como máximo, para amonestación. Pero el recital de mal arbitraje que ofreció a continuación fue tan sonoro que hasta el penalti pitado a favor de Junior y fallado por Narváez, pareció un regalo o perteneciente a eso que llaman ley de la compensación.

Con toda su artillería en el campo, Junior que hasta ahora se había mostrado como un equipo sólido en la iniciativa y en la posesión del balón, paciente en ataque, se enredó con el concierto de pito de Ricardo García. Y esa música no solo desnudó sus carencias sino también lo desequilibró.

Al margen de los errores del hombre de negro, Junior no supo convertir en realidad esa frase de Helenio Herrera, célebre y mítico entrenador argentino, que una vez dijo que “con 10 se juega mejor que con 11”. Él la pronunció después de ganar un partido en inferioridad numérica. El empate servirá a Luis Fernando Suárez y al equipo para saber que Junior va a encontrar más obstáculos que pasillos hacia el éxito. Y unos cuantos Ricardo García más.