Se llama la atención sobre el papel del hombre en ese proceso de conservación de los océanos y un objetivo común a nivel mundial enfocado hacia su sostenibilidad.

Colombia es un país privilegiado con dos océanos que constituyen el marco de nuestra situación geográfica. El Fondo Mundial para la Naturaleza - WWF Colombia, advierte que solamente 21 naciones del mundo tienen la oportunidad de contar con dos océanos diferentes. Una línea de costa de 1.760 km sobre el Atlántico y 1.300 km sobre el Pacífico, con un territorio marítimo que es casi la mitad de la zona continental del país, alberga más 2.000 peces marinos y 2.250 moluscos, de acuerdo con el citado organismo.

Son reconocidos como reguladores de diversos procesos climáticos y ecológicos, con abundantes ecosistemas entre los que sobresalen los arrecifes coralinos, los cuales contribuyen de forma definitiva a ese ciclo de vida en los ambientes marinos; de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), un cuarto de la vida marina depende de los arrecifes de coral para obtener alimentos y refugio.

Para Colombia, se distingue una mayor área de arrecifes en el Caribe colombiano, siendo más notoria dicha condición en zonas del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con cerca de un 77% del total de la extensión en nuestro territorio.

Ahora bien, a nivel mundial los océanos registran el mayor calentamiento del planeta; la tendencia de la temperatura promedio de la superficie de los océanos del mundo, nos indica un incremento notorio desde 1.880. Esta situación ha generado un desequilibrio y una pérdida progresiva de especies marítimas, poniendo también en un estrés de supervivencia a los arrecifes coralinos.

La cercanía de municipios en la proximidad de la línea de costa sobre el mar Caribe, algunos de ellos con una densidad poblacional significativa como es el caso de ciudades como Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, da lugar a que existan condiciones socioeconómicas que redundan en una mayor presión sobre la vida en el océano, especialmente por la contaminación que generamos.

Por ello, la importancia de buenos hábitos y una educación en la que se acentúe el compromiso de preservar un recurso al que muchos países no tienen acceso. Hemos visto cómo la situación actual frente al COVID-19, ha generado una recuperación de los océanos en zonas de playa, lo que sin duda nos deja una evidencia de que la acción del hombre no es la indicada.

Debemos ser conscientes y propender por acciones individuales y colectivas, en función de la preservación de nuestros océanos; pero así mismo, se requiere un compromiso total de autoridades ambientales con una mayor gestión y cumplimiento de las normas nacionales e internacionales, enfocadas a la protección y conservación de la vida marítima y sus conexos frente a la vida humana.

@ChristianEuska
Meteorólogo VIDEOCLIMET