Hablar de infielders sin mencionar al ‘short stop’ es de veras un despropósito porque a pesar de que todos los infielders tienen una igual importancia, el campocorto es una posición que demanda entre todas las cualidades compartidas por los otros jugadores del cuadro, la de un pelotero que tiene que tener un gran brazo especialmente hacia la inicial.

El béisbol colombiano se distinguió en los viejos tiempos porque tuvo siempre buenos jugadores defensivos. Para hablar de uno de ellos, que el público barranquillero conoció como la palma de su mano, está Luis ‘Chino’ Herrera, quien con solo 15 años de edad -edad muy común, pero en las divisiones inferiores- fue una figura extraordinaria, no ya del béisbol local sino de todo el béisbol colombiano.

Según testimonio que personalmente me entregó Antonio Bríñez, quien como se sabe condujo por más de cinco años como manager al béisbol barranquillero, entregándole a nuestra amada ciudad tres títulos nacionales, que pudieron haber sido cinco, pero entonces imperaba el truco de coger como umpires antioqueños o de cualquier otra región colombiana, como oriundos de departamentos imparciales cuando en la realidad venían a los campeonatos nacionales como nacidos en Bolívar. En dos campeonatos nacionales nos dieron decisiones para favorecer descaradamente al equipo de Bolívar.

El recuerdo de Bríñez es imperecedero para Barranquilla. Para solo hablar de lo que puede ser ratificado por el público, en nuestros estadios han brillado torpederos insuperables, para solo destacar una figura y acoplarla al tamaño de estas colaboraciones señalemos a Luis Aparicio hijo, una manilla que brilló de forma excepcional en el estadio Tomas Arrieta.

Sin embargo, en la esperanza que pueda caber otro candidato más, señalemos al también venezolano Alfonso Carrasquel, a quien vimos una noche en el diamante tomasino hacer la jugada que personalmente este reseñador beisbolero considera la mejor que ha visto en toda su existencia.

No importa el nombre del bateador que la produjo. Fue un batazo que pico delante del montículo y se elevó, volándose al lanzador; la pelota estaba destinada a picar en el terreno y posiblemente convertirse en un infieldhit, cuando Alfonso Carrasquel venía hacia el montículo con gran velocidad y saltando hasta la mayor altura que podía ganar en el aire engarzó la bola para tirar desde el aire hacia primera y hacer el out que aquel público quedo asombrado. La ovación de la gente, a pesar de haber sido elaborada contra el equipo de casa mereció la admiración de los barranquilleros.

Venezuela está considerada la nación que mayor número de torpederos ha producido en América latina: Omar Vizquel, Ozzie Guillén, David Concepción, Luis Aparicio, así como su padre, y un largo etcétera para aligerar un poco el párrafo.

¿Y torpederos colombianos qué? Muchos, aunque la mayoría no hizo mayor carrera. El más destacado de todos fue Luis ‘Chino’ Herrera, como ya dijimos, y Édgar Rentería, dos emblemas del campocorto. De Luis Herrera siempre dijo el maestro Bríñez, que era por demás lamentable que el ‘Chino’ estuviera tan familiarizado con lo nativo, teniendo condiciones para haber sido jugador de Grandes Ligas.