¡Feliz Día de la Independencia! No, no el del 4 de julio, sino el que Donald Trump acaba de inventar: ese glorioso momento en que decidió que EE. UU. se liberaría de la “tiranía” del comercio global... imponiendo sus propias tarifas de manera indiscriminada. ¿El resultado? Un espectáculo de improvisación, mercados en caída libre y una deuda que crece a pasos agigantados .

Trump anunció sus aranceles como si fuera una estrategia maestra, pero el 75% del mercado del planeta (excluyendo a Estados Unidos), tenía lista sus estrategias para frenar tan desjuiciada matonería. ¿En serio nadie en la Casa Blanca anticipó lo que se vendría? Desde el primer momento en que anunció los aranceles, era obvio que China y la Unión Europea los grandes actores del mercado mundial no se quedarían de brazos cruzados. Como ejemplos, la UE impuso $3.200 millones en aranceles a productos como bourbon (adiós, Kentucky) y Harley-Davidson (adiós, Wisconsin). China atacó directamente al agro estadounidense, con aranceles sobre la soja, carne de cerdo y, sí, adiós a los agricultores americanos según Reuters.

Como si esto fuera poco, en tres días los mercados reaccionaron como si les hubieran avisado que el dólar era un pedazo de papel insignificante, el Dow Jones bajó 724 puntos en dos días según CNN Business, cuando hace menos de dos semanas Trump se ufanaba de cómo el mercado estaba en su mejor momento, y ahora le toca decir que está cerca de una recesión. Pero peor aún, las tasas de interés de los Bonos del Tesoro de EE. UU. subieron 20 puntos básicos en 48 horas, aumentando el costo de la deuda pública. ¡Autogolazo!, el déficit fiscal en tiempo real aumentó en $100.000 millones de dólares solo por el pánico financiero según Bloomberg.

En tres días el día de la independencia se convirtió en el día que el mundo dejó de ser liderado por los Estados Unidos, perdió la confianza de sus aliados y se quedó con lo que ya tenía hace mucho tiempo, una guerra comercial con China. Después de tanto drama, el gran final fue una disputa comercial con Pekín, donde, China no cedió, EE.UU. no ganó nada, y cuando se dio cuenta que todo iba mal, porque no iba a tener como pagar la cuenta, le tocó implantar una suspensión por 90 días para ver que puede sacar de todo ese despelote.

Seguro sacará algo, ¿pero será suficiente para recompensar todo lo que perdió? Por eso quedé plop como Condorito y me quedo con la pregunta, de qué quería lograr. Lo que sí logró Trump fue algo impensable hasta hace muy poco, que el mundo se uniera en contra de EE. UU, y que el comercio internacional se convirtiera en un “Gran Casino”. El problema de los casinos es que generalmente todos pierden, excepto los que apuestan en contra del mercado porque tienen la información. Porque de lo que si no hay duda es que en el mundo de la especulación en estos últimos días mucha gente se hizo muy rica.

@miguelVergaraC