Algunos piensan que la gente inteligente se conoce por las inquietudes que son capaces de formular. Otros afirman que interesan más las respuestas que los interrogatorios. Un buen debate ofrece indagaciones atractivas con réplicas convincentes. El diálogo productivo combina negaciones, afirmaciones y soluciones. Si no integra esos tres elementos difícilmente ilustrará el sentido o el significado de la conversación.
Los grandes oradores plasman imágenes en la mente de quienes los escuchan, sin que quieran únicamente divertirlos, confundirlos, engañarlos, persuadirlos o convencerlos. La palabra es la llave capaz de abrir las puertas del pensamiento. Contiene las claves secretas de las intenciones, los deseos, las aspiraciones, los vicios ocultos de tratos, acuerdos, proyectos, alianzas y también las enemistades, rivalidades o resentimientos.
El mejor discurso inspira, entretiene, proyecta, imagina, motiva, edifica, confronta, exhorta, seduce y provoca. ¿Cuándo hablas superas el acento soez de tu región y del que otros se mofan tratando de imitarlo sin llegar a remedarlo? ¿Se nota en tus dichos, la elocuencia de tus hechos? Tu nombre es el significante original de la personalidad. Es la marca de tu piel tatuada en la voz de quienes lo mencionan. Procuremos que su sonido sea arte de verdad.
El giro de las respuestas debe ser superior a las preguntas. Si no conoces la solución valora mucho más esa cuestión. Indaga, consulta, averigua, verifica y actúa. No te quedes siguiendo las opiniones de los demás. La convicción es la superación de la superstición en el combate de la realidad con la mediocridad. ¿La cuestión es un asunto de relación? ¿Depende de quién lo diga para que sea considerado?
Una cuestión popular es el requerimiento, demanda, inquietud, pregunta, asunto, tema o materia que goza de amplia notoriedad en la conversación habitual de los miembros de un pueblo, gentilicio o asociación de personas, generando los criterios de la opinión pública. Es el orden prioritario de la agenda moral. El concepto definidor de las preferencias y la legitimidad.
Su visión negativa es la incapacidad de naciones, sociedades, comunidades, Estados y grupos, por no encontrar satisfacciones a sus necesidades: Es el discurso vacío del mal liderazgo. La amnesia de la promesa inconclusa. El generador de divisiones y polarizaciones. El credo de la paranoia social. El escándalo gritando para que sea publicado.
¿Piensas antes de hablar? ¿Entiendes que siente la gente? ¿Respondes o preguntas? Ten mucho cuidado porque no todo lo que se piensa es una cuestión popular.