El exceso de opiniones es potenciador de confusión. Si bien la información es una fuente inagotable y alimentadora de criterios, visiones, posturas o enfoques, no perderse en un bosque de datos, cifras y lenguajes, es el reto de quién explora los niveles del conocimiento.
La investigación debe tener una ruta, un plan, una estrategia y unas metas claras, que se potencian con una palabra: Metodología.
¿A dónde acudes cuando tienes un problema? ¿Quiénes son tus consejeros y asesores? ¿Cuáles son los principios de tus decisiones?
Muchos creen que abrir un libro y encontrar un texto al azar, es una fuente de sabiduría. Si además se trata de un texto sagrado, afirman que el primer lugar dónde colocan su mirada es un mensaje de los dioses, la divinidad o el espíritu que define su fe.
Otros buscan orientación en las redes sociales, ubicando miles de memes, mensajes y textos escritos por “entrenadores” que muchas veces no suelen tener ni la experiencia, ni las licencias válidas para decirle a la gente que debe hacer o cómo comportarse.
El asunto preocupa más si para recibir atención especializada y facultativa se debe esperar una cita que generalmente tiene una fila interminable a la que llaman orden de llegada o de solicitud.
La molestia hace que la urgencia también dé cola. Nadie tiene tiempo, todos están ocupados, si quiere avanzar en esa cola, puede pagar más y tomar el carril exprés o el turno preferencial. Todo tasado en dinero. Se estratifica el trato y la calidad o la velocidad de la atención. Importa la cantidad, lo demás es vanidad.
La conciencia adulterada es la modificación, alteración, sustitución o el cambio de la noción, conocimiento, comprensión, percepción o entendimiento que se tiene de la realidad, el contexto, la personalidad, la naturaleza o los valores que definen las formas de interacción entres las personas. Es la infidelidad del sujeto y el verbo frente al predicado.
La elocuencia del engaño en la alocución de la verdad. La fe puesta al servicio de la superstición. El liderazgo tomando malas decisiones al conformar peores equipos de trabajo.
El crucero de la fortuna está permanentemente ofreciendo su mejor suite a quién conserva la conciencia original, capaz de comprender el estado de la situación para ofrecer soluciones a los graves dilemas de nuestro tiempo. La realidad no es una fantasía discursiva ausente de metodología. Se puede descifrar e interpretar. El poder es la gracia del conocimiento.
Confundirse es malo. Pero perderse es embriagarse con el vino de la ineptitud. ¿Eliges bien tus asesores? ¿Ayudan? ¿Tienen la conciencia adulterada?
@JulioCesarHT