Nada nuevo con Junior de Barraquilla. Se sabía la alineación contra el Cali, y esa misma fue. Se sabía que no hay una idea futbolística que plasmar, y no se vio. Se sabía que el equipo es más voluntad y desarrollo individual que colectivo, y eso se vio. Se sabía que los hinchas no iban a ir, y no fueron.

Otro cero en defensa que es bueno, y otro cero en ataque que es deplorable. Otros puntos que se escapan de casa que es preocupante. Otra rueda de prensa enredada y estéril, que se ha vuelto común.

Se trabajó con un grupo 20 días en diciembre, se entrenó con el grupo completo 25 días más. Se jugaron 4 partidos de preparación. Uno con los juveniles de la Colombia sub-20 que se ganó 3-1. Perdió en casa en feo partido 3-1 con Universitario. Empató 1-1 con Sports Boys y otro empate 0-0 con Estudiantes. Y ahora, en el inicio de la Liga, un 0-0 repetido, con un arquero Mele que evitó una derrota, y la misma sensación de que Junior parece una nave al garete.

Ni los 45 días, ni los 4 partidos han cambiado esa sensación. Sin una idea real, académica, practicada y montada se recurre a las individualidades. Y esa suma de individualidades es como un ‘vente tú’, como decía el maestro Efraín Peñate Rodríguez en aquellos programas en Emisora Atlántico.

Cuando he dicho que se debe hablar menos y trabajar más, no lo digo por ofender al entrenador Farías, lo digo porque en este momento ya no tiene el colchón que tuvo el año anterior con Arturo Reyes. Aquel equipo lo montó Reyes, el de este momento lo diagramó él. Los jugadores que llegaron los aprobó él. De manera que la responsabilidad es de él.

Y que no se llame a engaños el profe Farías. Aquí nadie quiere que le vaya mal a él, porque si le va mal a él, le irá mal al Junior también.

Por más que Farías responda largo cada pregunta, por más que exponga su data, por más que insista en decir cosas contrarias al pensamiento colectivo del Juniorismo, sólo el equipo, con su buen fútbol y su posicionamiento en la Liga, hará que vuelvan los hinchas para no ver un estadio triste y vacío como frente al Cali.

Y hágale profe, sin miedo al éxito. Que las cosas que usted comente en sus declaraciones, sean las mismas que veamos en el terreno de juego...