Esta semana, con un buen amigo y colega boliviano conversamos a propósito de mi columna sobre la dramática situación de Ecopetrol. En medio de los comentarios, él reflexionó sobre lo que ocurre en Bolivia y Argentina en torno a la exploración y explotación de hidrocarburos- gas y petróleo- y planteó algunas similitudes y diferencias con Colombia.
En Bolivia, como en Colombia, la actividad de exploración y explotación de recursos no renovables fue suspendida por cuenta de la ineficacia y la ideologización. Hoy en día, ese país, otrora exportador de gas a Argentina, no tiene ni gas, ni petróleo. Para rematar no tiene recursos para importar la gasolina, el gas o el diésel para que pueda funcionar. Los dólares que recibía provenían de la exportación de gas hacia Argentina. Esos recursos no volvieron a llegar porque el país austral se volvió autosostenible.
Bolivia es un país que desde el 2006 hizo el esfuerzo con la llegada al poder de Evo Morales de abandonar la modernidad, el desarrollo e introdujo una agenda " progresista” que tiene a esa nación sin fuentes de financiamiento para su funcionamiento. Otro amigo constitucionalista de ese país, con claridad me señaló que lo único que ganó Bolivia fue la producción de discursos constitucionales, la elección popular de magistrados como pretende México y seguramente un gran estallido social.
Hoy se constatan filas de automóviles en las estaciones de gasolina y los productos no están llegando a las ciudades por cuenta de la irresponsabilidad del gobierno. El bloqueo de Bolivia es inminente.
Por el lado de Argentina, la situación cambia. Este país se volvió autosostenible en materia de gas y petróleo. Incluso se está evaluando luego del G-20 exportarle a Brasil gas proveniente del yacimiento " Vaca Muerta”. También se autorizó a la Shell la exploración offshore en Mar del Plata que, según las estimaciones, sería el más importante del país. La llegada del presidente Milei transformó el turbio ambiente que había generado el saqueo, la corrupción y la agenda progresista y burocrática de los Kichners y los Fernández.
Con Milei, los bonos de Argentina se han cotizado en más de un 16%, podrá pagar los 17.000 millones de dólares de vencimientos de deuda en el 2025, entraron 20,000 millones de dólares a las reservas por una amnistía fiscal, cerrará el año con superávit fiscal, la inflación pasó del 25% mensual en diciembre cuando se posesionó al 2,7%.
Este panorama se debe a que se respeta al sector privado, se defiende la libertad de empresa, se elimina la burocracia innecesaria y se envía un mensaje de tranquilidad a los mercados. No se gobierna para saquear sino para administrar y gestionar. La exploración y explotación de recursos gasíferos y petroleros permite la entrada de recursos y la capacidad de existencia de los países. Argentina después de mucho tiempo, levanta la cabeza, Bolivia se hunde.
Mientras en Colombia, el vergonzoso gobierno de Petro intenta sepultar Ecopetrol y la economía de extracción del país, sin tomar en consideración que esta empresa hasta el 2022 tenía ingresos por $159,5 billones, que representaban 10,9% del PIB del año pasado ($1.463,8 billones). Estos ingresos son los que permiten que exista el Icetex, que la política social se realice y que la gente más humilde del país reciba algún auxilio.
El gobierno del cambio se burla de los pobres, saquea el presupuesto a través de la corrupción- véase el caso del entramado criminal de la Unidad de gestión de riesgo con presunta complicidad de altos funcionarios que trabajaban en la presidencia de la república -, y nos deja sin recursos para funcionar. Unirnos para el 2026 será la única forma de salvar a Colombia.