En la antigua Roma, los curiosi eran funcionarios encargados de la vigilancia y supervisión de la administración pública. Debían garantizar el cumplimiento de leyes y reglamentos y tenían funciones de inspección de obras públicas, control de finanzas y supervisión de servicios. Los curiosi también actuaban como agentes de inteligencia e informantes del gobierno, recopilando información sobre el comportamiento de los ciudadanos, lo que los vinculaba a la seguridad y el control del orden en Roma. Es el origen de los espías.
Cuba sufre un apagón general hace días que perjudica a millones de personas y ha afectado el acceso a agua potable y otros servicios básicos en todo el país. Dos razones han originado esta dura situación para los cubanos y ambas iniciaron en enero 1 de 1959, día en que llega “la revolución” al poder. Primero, con disimulo, se implementa un régimen comunista que ha llevado a la isla a niveles de pobreza y retraso general tales que podemos hablar de un estado fallido, sumido en la oscuridad, física y metafórica. Luego, perdió su soberanía energética, la capacidad para tomar decisiones autónomas en este frente. Dependió de la Unión Soviética (luego Rusia) y ahora de Venezuela, que suministraban el combustible necesario para sus plantas de generación. La matriz energética cubana está basada en combustibles fósiles, con capacidad de generación equivalente a un tercio de la colombiana. Su población equivale al 20% de la nuestra y su área geográfica al 10%, la ecuación parece tener sentido. Pero el país perdió su seguridad energética y, al disminuir el flujo de combustible desde Venezuela, el sistema colapsó. Además, sus plantas de generación de energía son viejas y no reciben el mantenimiento adecuado por falta de recursos e inversiones por parte del dueño y operador, el “estado”. La falta de combustible y el casi nulo mantenimiento de las obsoletas plantas fueron ingredientes para una tormenta perfecta. No un fenómeno meteorológico, si no la que tiene sumida a la isla en la oscuridad. A pesar de la resiliencia de los cubanos, la situación no solo apaga las luces, si no la moral de un pueblo, aunque haya estado acostumbrado a vivir dificultades. La isla, en muchos aspectos, parece suspendida en el tiempo desde 1959. La desazón y el descontento se conversa en penumbras, a la luz de las velas, si es que las hay, ya que la carencia es norma y, lo más importante, sin que oigan los curiosi del régimen. Con una ubicación geográfica privilegiada, con abundante sol y vientos constantes, a la isla le ha sido imposible implementar energías renovables como la solar y la eólica que funcionan técnicamente, pero cuya viabilidad para masificarse aún se discute.
Si Colombia tuviera curiosi en la isla, como buenos espías, enviarían un reporte completo con conclusiones contundentes: Colombia no puede ceder su autonomía energética y debe recuperar la producción local de gas. Solo así evitará que el déficit, hoy coyuntural, se convierta en estructural y conduzca a racionamientos y cortes de energía.