¡Tremendo éxito el del Congreso Nacional de Fenalco! Sus afiliados, invitados y asistentes en general atendieron la convocatoria aquí y mostraron que podremos contar con unidad de pensamiento y criterio: ¡Todos contra Petro!
Al parecer la cosa se ha consolidado al punto que, aquí en el Atlántico, que siempre hemos practicado el masoquismo electoral, la última encuesta mostró, ¡por fin! que la favorabilidad de Petro quedó por mucho margen apabullada frente a su rechazo.
Ya era hora de que aquí entendieran que no hay peor cosa que un costeño cachaquizado, refrán que se confirmó con la actitud del presidente, en mala hora nacido por aquí pero desde pequeño criado en tierras paramunas. El tipo nos detesta, y se inventa vainas contra el Caribe que siempre lo apoyó; como el gato, animal ingrato.
Volviendo al Congreso de Fenalco, se lucieron los panelistas con sus acertadas exposiciones, sorprendió Jaime Alberto Cabal, a quien se miraba sólo como un técnico analista de cuadros y cifras, pero exhibió gran fluidez verbal, mostrando una imagen de estadista.
Fueron muchos y muy importantes los intervinientes, con una gran acogida en la ciudad. Felicitaciones a todos.
Lástima que no podamos decir lo mismo de los parlamentarios. Se entiende que los que pertenecen al Pacto Diabólico actúen como borregos y, no sólo aprueben los desvariados proyectos de ley que presenta Petro sino que además, seguro algunos en contra de su propio sentir, los defiendan airadamente.
Lo imperdonable es que haya otros tantos que, como si no entendieran el daño que hacen las propuestas, continúen apoyándolas.
Menos mal existen los godos, en buena hora presididos por Efraín Cepeda, quien representando al Caribe con gran firmeza, seriedad y señoría, se ha destacado manteniendo a los godos firmemente alineados dentro la doctrina. Bien por Cepeda, convertido en figura nacional presidenciable.
También el Centro Democrático, siempre sólido coherente y firme, que junto con Cambio Radical constituye el muro de contención que detiene los absurdos proyectos petristas, y los obliga a conciliar las grandes estupideces que incluyen.
Pero lo que son los liberales y los de la tal “U”, partidos con jefaturas indefinidas y con militancia que ni de aquí ni de allá, o más bien de aquí y de allá, aportan los votos que permiten la aprobación de leyes aún sin estudiar, aprueban en bloque como borregos, no les importa el país, están en su propios intereses ya sean políticos o inconfesables, hay que identificarlos como los verdaderos culpables del desastre.
