¿Pienso que el español no existe porque en España hablan varios idiomas. El nuestro es el de Castilla, o sea, el castellano. ¿Es así? Roberto Coba Sourdis, B/quilla
España cuenta con seis idiomas oficiales: castellano, catalán, euskera, gallego, valenciano y aranés, y con ocho minoritarios. Pese a que ‘castellano’ y ‘español’ son voces sinónimas, acertadas y legítimas, en el mundo se usa más ‘español’, que alude al predominio de esta sobre las otras lenguas peninsulares y, de paso, resalta el nombre del país donde esa lengua nació, desde donde se extendió hasta hacerse universal. Resulta más coherente decir que en España se habla español y no decir que se habla castellano, así como en Francia se habla francés; en Portugal, portugués; en Italia, italiano; en Noruega, noruego… Ahora bien, en las áreas bilingües españolas se usa más ‘castellano’ para distinguirlo de las lenguas propias, y en Castilla y el resto de regiones se usan ambos términos, aunque con prevalencia de ‘español’. Expertos del idioma optan por ‘castellano’ cuando se refieren a los balbuceos iniciales de la lengua, y por ‘español’ cuando aluden al idioma que representa al país ibérico y a las naciones hispanohablantes.
¿Qué es ‘echarse la leva’? Óscar Cruz Medina, C/gena
Diccionarios de localismos consideran la frase como colombianismo, aunque el Caro y Cuervo la presenta, concretamente, como costeñismo. En todos los registros, ‘echarse la leva’ aparece como “no asistir a clases intencionalmente”, y, además, tiene el sentido de ‘evadirse, huir, escapar’. Por su lado, ‘leva’ era el enrolamiento obligatorio de presos y vagos para que estuvieran al servicio del Estado o del ejército. Muchos de esos presos preferían ese alistamiento, que también llamaban “leva forzosa”, porque la vida les resultaba mejor que en una prisión, y era mayor la posibilidad de evadirse, esto es, de “echarse la leva”.
Hace muchos años oí lo del ‘gallo capón’, un cuento que no acaba. ¿Autor y significado? Roberto Silvera, B/quilla
“El cuento del gallo capón” no es un cuento, sino un pasatiempo jocoso. Es de no acabar porque la respuesta a la pregunta que se hace nunca es correcta. Como García Márquez lo menciona en El coronel no tiene quien le escriba y, sobre todo, como con mucha gracia se ocupa de él en Cien años de soledad, se le ha atribuido la invención del “cuento”, cuando en realidad es vieja creación del ingenio popular y existe con nombres variados en otros países del ámbito hispano. En cuanto al significado, lo único que se me ocurre decir, es que es una mamadera de gallo.