Comenzó la carrera de fondo hacia el Palacio de Nariño. Cumplidas consultas y parlamentarias, correspondió a los candidatos inscribir sus coequiperos y concentrarse todos en el debate. Ya no hay marcha atrás y cada inscrito debe llegar con su nombre y su vicepresidente hasta la primera vuelta. Nos esperan entonces algo más de dos meses de pugna electoral que ojalá mantenga la mesura y el respeto.

La escogencia del candidato a la Vicepresidencia debería ser determinante en el resultado final: Duque cumplió lo pactado y se fue con la conservadora Marta Lucía Ramírez, quien ya ha contado anteriormente con gran acogida por parte del votante y, aunque ella no pertenece al oficialismo, captará votos de las bases godas y distribuirá insulina entre aquellos directivos enmermelados con altos niveles de azúcar, aunque –claro– genera rechazo por lo mal que los ha tratado, que están en el peor de los mundos, no pueden, les queda muy mal, afiliarse a la izquierda petrista, así que terminarán en Vargas Lleras, quien escogió bien y, pese a que nadie entendió por qué inicialmente pusieron a Henao como provisional, Pinzón es un muy buen candidato, serio, con experiencia, complemento de Vargas en materia de simpatía y que podrá atraer adhesiones de varios partidos para, tal como se lo proponen, llegar a segunda vuelta, donde los seguidores afirman ganará frente a cualquiera de los dos eventuales competidores, al uno por la ya probada reacción antipetrista y al otro por la enfermiza agresividad antiuribista, se mueren del susto y, Santos incluido, harán hasta lo imposible para que Uribe no esté tan cercano al poder.

Petro hizo una elección con tinte politiquero, la consulta de la Inclusión Social excluyó a su llave, no se sabe si porque a Caicedo se le fueron las luces y se creyó dueño de los votos que obtuvo en la consulta y se le enfrentó, tremenda torpeza, su futuro hoy embolatado estaba ahí, al pie del cañón, y perdió hacha calabaza y miel. El caso es que Petro sonsacó a Ángela Robledo, representante a la Cámara por la Alianza Verde, quien renunció a su curul para montarse en la pupera, y se cree que a su vez sonsacará votos de la Alianza Verde y del Polo Democrático, en detrimento de la candidatura de Fajardo, quien es neutro, pero escogió a Claudia López, tremenda aguerrida. De la Calle y Clara López ni cuentan.

El caso es que se dio la largada, y los vicepresidentes tienen la tarea de impulsar a sus candidatos. Aunque a las encuestadoras nadie les cree, alguna tendencia nos mostrarán.

Coletilla: El tema de las elecciones no dejó espacio para registrar la masiva asistencia a la presentación de Barranquilla Cómo Vamos, lo que significa dos cosas: la gran capacidad de convocatoria de Rocío Mendoza, persistiendo en su labor cada año mejorada, y el cada vez mayor interés, no solo de la ciudadanía que percibe nuestro gran desarrollo y se preocupa por este, sino de la Administración Distrital en escuchar y utilizar los resultados como documento de trabajo y evaluación. Buena cosa.

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