Pregunta: Referido a una mujer, ¿cuál es el origen del dicho “se quedó comiendo pavo”? RDDM, Barranquilla.

R.: El pavo es originario de América, y fue domesticado hace algo más de dos mil años por los aztecas y otros pueblos indígenas mexicanos, que lo llamaban “guajalote”. Su carne ha sido muy apreciada, pero, por no ser tan accesible debido a su costo, su consumo se daba con más frecuencia en las fiestas de fin de año o durante la celebración de ciertos bailes elegantes o de los que querían parecerlo. Hasta hace algunas décadas, en casas o en clubes sociales, durante esos bailes, las muchachas solteras se ubicaban en sillas dispuestas alrededor o cerca de la pista, hasta donde se acercaban los jóvenes para invitarlas a bailar. Cuando ellas permanecían sentadas porque nadie las convidaba a la pista, por broma se decía que se habían quedado “comiendo pavo”, vianda que, junto a otras, repartían los meseros o ellas mismas se servían.

P.: ¿Por qué a los artistas no les interesa el dinero? MIR, Ciénaga.

R.: ¡Claro que les interesa! Por su sensibilidad y su hedonismo –que son más innatos que aprendidos–, los artistas están más preparados que muchas personas para experimentar el placer –comidas, bebidas, viajes, confort general–, pero estas complacencias, sobre todo en grado máximo, por lo general les están vedadas debido a sus ingresos exiguos y a sus caracteres insufribles. Por lo tanto, ya que con él pueden procurarse esos goces, no es cierto que no les importe el dinero. Lo que ocurre es que no tienen la capacidad para conseguirlo en la abundancia que su inclinación al placer les demanda y mucho menos la capacidad para ahorrarlo, y, lo más importante, porque en la inmensa mayoría de los casos la riqueza que les proporciona el arte les resulta más que suficiente.

P.: ¿Cuál es el origen de los nombres de Argentina, Brasil y Venezuela? Lot, B/quilla.

R.: Argentina viene del latín argentum, que significa plata, y fue tomado del previamente bautizado como “río de La Plata”, por donde se iniciaba un recorrido, primero acuático y luego terrestre, que llevaba hasta Potosí, en Bolivia, donde abundaba ese metal. Brasil es el nombre de un árbol, de madera y resina rojas como brasas, que en el siglo XVI los portugueses llamaron pau brasil o ‘palo brasa’ o ‘palo de brasil’, muy valorado por la industria textil europea, pues servía para teñir, sobre todo terciopelo. El de Venezuela tiene dos versiones: una dice que cuando llegaron los españoles, los indios añús llamaban al lugar “Veneciuela” que quiere decir “Agua Grande”, en alusión al gran lago de Maracaibo junto al cual vivían; la otra, más conocida, sostiene que en 1499, en la expedición de Alonso de Ojeda, en la que venía Américo Vespucio, que era italiano, las casas palafíticas de un poblado indígena y el agua por doquier le recordaron a Venecia, y entonces al lugar lo denominó Venezuela, es decir, una Venecia chiquita (el sufijo –uela forma diminutivos: portezuela, callejuela…).

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