Estoy seguro de que todos los barranquilleros hemos querido y queremos que le hagan un cambio extremo a nuestra emblemática, pero superdeteriorada calle 72, pero un cambio que beneficie a todos. ¡Y todos, son todos! Es que una calle, carrera o avenida no son elementos urbanos exclusivamente para la movilización, sino que también lo son para que en su entorno se desarrollen de manera equilibrada, grata y exitosa, una serie de actividades que varían de acuerdo a la tendencia de sus usos, ya sean definidos estos por un POT o por generación espontánea, como sucedió con nuestra calle 72.

Es que aún recuerdo cuando era de una sola calzada, con casas residenciales y una hortaliza detrás del colegio Lourdes; y posteriormente, cuando con un incipiente comercio fue convertida en avenida con estrecho separador central. La recuerdo degustando un helado tipo cassata en La Italiana mientras una gitana me leía la mano, o comiendo un arroz con pollo en el Chop Suey, porque no era El Mediterráneo su único punto de encuentro. Hacia la 72 se mudó un elevado porcentaje del comercio del Centro, fue así como cambió su uso residencial por comercial y así se ha mantenido.

Ahora la Administración nos sorprende con el anuncio de una ampliación y remodelación de nuestra comercial calle 72, anuncio que nos alegraría enormemente si no fuera porque también nos informa que se ampliará a tres carriles por calzada, pero los dos carriles exteriores para los alimentadores del Transmetro. Una de tantas inquietudes: si hoy no permiten el giro a la izquierda sobre la 72, ¿cómo podrán los vehículos particulares girar a la derecha sobre los carriles de Transmetro? ¿Cómo podrá un pasajero que no sea de Transmetro, tomar o bajarse de un taxi o carro particular, si el carril exterior es solo de Transmetro? Todos sabemos que Transmetro liquidó la casi totalidad de los negocios comerciales y otros sobre la carrera 46, avenida Olaya Herrera y sobre la calle 45, Murillo. En esta última se murió su actividad comercial entre las carreras 38 y 46. Eso fue una verdadera masacre comercial, y los propietarios de inmuebles sufrieron su desvalorización. No resulta sensato ni justo hacer un cambio que beneficie la movilidad solo a los usuarios del Transmetro, en detrimento de todas las demás actividades. Así que manifestar que con la anunciada remodelación de la calle 72 se va a organizar comercialmente ese sector es una falacia, porque desde ya anticipamos que será la más dura puñalada al comercio de la llamada avenida Kennedy. Supongo que ya están temblando –y con razón más que justificada, con esa noticia– dueños de locales y comerciantes sobre esa vía.

Hace unos 15 años adelantamos un completo diseño de la calle 72 entre las carreras 43 y 54, conjuntamente con arquitectos muy cívicos de la Asociación de Arquitectos del Atlántico, encabezados por el difunto arquitecto Jaime De Biase, con el que sí se dinamizaría su comercio. En sus calzadas se ampliarían ambos carriles que hoy son muy estrechos, y se les construiría a cada una un carril adicional de 2,5 metros de ancho en los extremos externos, exclusivamente para parqueo paralelo a los bordillos, como en cualquier ciudad desarrollada. Se mantenía así casi el 70% de los puestos de parqueo actuales, pero con unos andenes mucho más amplios, modernos y arborizados. Una ampliación que beneficiaba la movilidad, pero también el comercio de la calle 72.

nicoreno@ambbio.com.co/ @nicorenowitzky