En los días en que en Barranquilla se montaba con frecuencia combates de boxeo profesional, el ex pegador amateur Carlos ‘Focha’ Hernández se metió a promotor de boxeo sin el menor asomo de conocimientos de ese rol. Y sus primeros pasos no pudieron ser más erróneos cuando contrató a un wélter peruano que andaba por estos arrabales para enfrentarlo al peso ligero ‘Chicharrita’ Medina.

Por supuesto que entre los dos boxeadores mediaba una alta diferencia de libras. Quien esto escribe, o dicta, le advertimos al promotor novel que teníamos conocimientos que ‘Chicharrita’ era un peso ligero natural y enfrentarlo al peruano Dinatali era un desacierto inaceptable. Hicimos el pesaje previo en la panadería de don José Zagarra, y hasta ahí llegó la pelea, el ‘Chicharrita’ dio 136 libras, y el Dinatali 145.

Ante la cara de desconsuelo que presentaba el ‘Focha’ le aconsejamos que viajara de inmediato a Cartagena, y se trajera a Jack Hernández que sí era un ligero natural. La noche de la pelea el promotor había desaparecido y eso inquietó a Medina; para colmo, al púgil le dijeron lo que significaba el término ‘Focha’: tomar y no pagar.

Ya se aproximaba la hora del combate y le dimos orden al timekeeper que diera el primer campanazo de llamada al ring. Un espectador nos dijo detrás de la oreja: “Mira, Chelo, vete al camerino que hay problemas con ‘Chicharrita’ Medina. En tres o cuatro saltos estábamos en presencia del boxeador, quien nos recibió con esta frase: “Yo no peleo”.

—“Mire, no me venga con esa vaina porque usted pelea por las buenas o por las malas. Usted sabe que hay que pelear porque ahí en las tribunas hay un público que exige el cumplimiento de la cartelera” —“¿Y quién me paga a mí?”, dijo Medina. —“Le paga la Comisión de Boxeo”. Esto fue suficiente para que Medina accediera a combatir moviéndose para cambiar de uniforme.

Comenzó el combate y se vio a las claras que Hernández no era contendor para Medina. En el quinto asalto Medina sometió a su adversario a un baraje de golpes, y el colombiano quedó erguido, vertical, sin tirar golpes.

Afortunadamente el réferi era un experimentado que paró la pelea de inmediato. Jack Hernández estaba inconsciente.

Con su dinero en los bolsillos ‘Chicharrita’ estaba eufórico en el camerino y a viva voz le dijo a los concurrentes —“Mañana me compro tres vestidos Everfit, tres pares de zapatos y seis camisas, que me hacen falta”.

Así como hemos relatado terminó el amago de bronca que se anunciaba. ‘Chicharrita’ le aconsejó a Jack Hernández que se fuera del boxeo por su salud, pues cogía golpes que solo se ven en el amateurismo.