Invertir es un proceso en el cual se toma una decisión con base en la información disponible en el presente (ingreso, estabilidad laboral, coyuntura económica, nivel de gasto, tolerancia al riesgo, etc.), así como en las expectativas de beneficio en el futuro. Con esto en mente, un inversionista revisa el conjunto de alternativas disponibles en el mercado para ahorrar e invertir, y a su vez crear un patrimonio en el tiempo.
Ahora veamos rápidamente algunas características de inversiones disponibles: acciones (poca estabilidad de los rendimientos de inversión en el mercado de capitales, por ejemplo, la fuerte caída en el precio de estas durante los últimos años), instrumentos de renta fija (el bajo rendimiento del sector financiero, representado en las cuentas de ahorro, CDT, títulos de inversión cercanos, en promedio, al 3,5% anual, sin tener en cuenta la inflación) o nuevos negocios (se enfrentan a la incertidumbre propia de invertir en el emprendimiento de negocios; como socio inversionista puede afrontar el riesgo de quiebra del negocio y en consecuencia a perder una parte considerable de su capital). Estas son algunas de las situaciones a las que se enfrenta un inversionista al momento de materializar su inversión.
Cuando analizamos el comportamiento del suelo en el estudio del Valor del Suelo Urbano en Barranquilla, periodo 2012-2014, encontramos que el suelo urbano se valorizó de forma importante en toda la ciudad (claramente en algunos sectores más que en otros).
Esto tiene múltiples explicaciones, pero entre las más importantes se puede observar: fuerte demanda de inversionistas nacionales, estabilidad normativa, expectativas de crecimiento sostenible, mayor proyección de crecimiento de la ciudad y de las inversiones realizadas, un sector público que invierte en la ciudad, etc.
Como muestra de esto, la ciudad ha experimentado un importante crecimiento durante los últimos años, en todas las alternativas asociadas a este tipo de inversión. Por ejemplo, el sector residencial (todos los estratos), en locales y centros comerciales, edificaciones industriales, edificios de oficinas, complejos de bodegas, etc., muestran aumentos importantes en todos los sectores de la ciudad y con expectativas de continuar creciendo. Debido a lo anterior, la inversión inmobiliaria surge como una alternativa atractiva y estable en el tiempo. Esto no significa que sea 100% seguro el retorno, pero la probabilidad de valorización en el tiempo está casi que garantizada, al fin y al cabo, tierra es tierra y siempre se valoriza.
*Profesor del IEEC, Uninorte.
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