A través de un comunicado, la delegación oficialista rechazó los recientes pronunciamientos de dos comandantes guerrilleros.
El mandatario señaló a los jefes de esa guerrilla de “asesinar al pueblo en el Catatumbo”.
“Hemos estado abiertos al diálogo, pero con lo que Petro dice, ¿cómo se va a firmar la paz?”, según afirmaron dos de sus jefes en una reciente entrevista.
La paz total, que buscaba diálogos simultáneos con estos grupos, no ha logrado frenar su expansión territorial ni su capacidad operativa. Por el contrario, los ceses al fuego intermitentes promovidos por el Gobierno, han sido interpretados como una señal de debilidad estatal, permitiendo a estas estructuras consolidarse y promover acciones armadas para garantizar su hegemonía en sus respectivas áreas de influencia.
La ponencia del magistrado Antonio Lizarazo negó que lo acordado en las mesas de diálogos fuese tenido como de obligatorio cumplimiento.