Así lo indica una investigación liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y publicada por The Lancet Healhty Longevy.
El parásito, identificado como Ophidascaris robertsi, es común en las serpientes pitones diamantina, una especie endémica de Australia.
Investigadores de Barcelona realizaron un estudio de imágenes cerebrales de alrededor de 8.000 niños y niñas, entre 9 y 11 años de edad.
El dispositivo envía pulsos eléctricos una vez en el día, durante 15 minutos, a la zona del cerebro relacionada con las sensaciones de depresión, la cual está localizada en la corteza pre frontal.
El hombre se lanzó sobre sus pequeños, recibiendo todo el peso de la rama que le afectó la columna y el cerebro.