Compartir:

Tras la inesperada cancelación del concierto programado para el 24 de febrero de 2025 en Medellín a causa de un daño en el techo del escenario, Shakira ha anunciado una nueva fecha para su espectáculo en la capital antioqueña. La empresa organizadora, Páramo, confirmó que la presentación inicial ha sido reprogramada para el 13 de abril de 2025 en el Estadio Atanasio Girardot.

Pero las sorpresas no terminan ahí. Además de la fecha reprogramada, la barranquillera ofrecerá un segundo concierto el 12 de abril, lo que representa una nueva oportunidad para los fans que no lograron conseguir entradas para la función inicial.

Las personas que adquirieron boletos para el concierto del 24 de febrero y no solicitaron reembolso, podrán ingresar al evento del 13 de abril de 2025 sin necesidad de hacer ningún trámite adicional. Las entradas serán válidas en la misma ubicación que originalmente habían adquirido.

Lea también: Pepe Aguilar y su folclor mexicano se tomará el Festival de la Leyenda Vallenata 2025

Páramo informó que próximamente se anunciarán detalles sobre la venta de boletería para la nueva fecha del 12 de abril.

¿Qué sucedió exactamente con el techo del escenario?

El techo del escenario era una estructura modular traída desde México, ensamblada en el lugar con la ayuda de motores especiales. Durante el proceso de elevación, dos motores se adelantaron en el levantamiento, haciendo que la estructura quedara inclinada y todo el peso recayera sobre un solo lado.

Esta descompensación provocó que una de las guayas de sujeción se rompiera, lo que llevó al colapso parcial del techo. Algunas de las piezas metálicas de la estructura salieron volando hasta la cancha del estadio, lo que aumentó el riesgo de un accidente mayor.

El periodista colombiano Julio Correal explicó en un video de 36 minutos que la falla en la elevación de la estructura ocurrió por un error en la manipulación de los motores. Según su versión, la responsabilidad recayó en un miembro del equipo mexicano encargado de supervisar el montaje, quien no realizó las verificaciones necesarias antes de accionar el mecanismo.

“Las cosas surgieron de mala forma porque no se manipularon bien los motores. Hay que definir de quién es la responsabilidad: si del proveedor, de la empresa encargada del montaje o del equipo de producción del artista. A veces los artistas traen sus propias producciones y ahí las responsabilidades pueden cambiar”, señaló Correal.

El daño fue lo suficientemente grave como para hacer inviable la realización del concierto en la fecha prevista, ya que la reparación y reinstalación del techo requería un proceso de ajuste que no podía completarse en solo tres días.