El estrés, un factor que a menudo pasa desapercibido, puede tener consecuencias devastadoras en la salud, incluso en personas jóvenes y aparentemente saludables. Este fue el caso de Valentina Arbeláez, una prometedora presentadora de televisión colombiana, que perdió la vida a los 25 años después de una prolongada lucha contra las secuelas de un accidente cerebrovascular inducido por el estrés.
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Valentina nació el 24 de febrero de 1996 en Bogotá, y desde temprana edad mostró un talento natural para la televisión. A los 13 años, debutó en la pantalla chica, capturando la atención de los productores y del público por igual. Su carisma y habilidad la llevaron a formar parte de populares programas dirigidos a audiencias juveniles, como ‘Nick City’ y ‘Bichos’ en Citytv.
A medida que su carrera despegaba, Valentina se proyectaba no solo como presentadora, sino también como actriz, queriendo darse a conocer por su versatilidad en la industria del entretenimiento.
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Sin embargo, la carrera de Valentina tomó un giro dramático cuando, a los 18 años, se enteró de que el programa en el que trabajaba sería cancelado. Esta noticia desencadenó un periodo de intenso estrés en la joven, quien sentía que su prometedora carrera se encontraba en peligro. Este enemigo silencioso comenzó a afectar su salud fuertemente, aunque en ese momento ni ella ni su familia podían prever las graves consecuencias que vendrían.
En 2014, Valentina fue seleccionada como una de las presentadoras principales de la ceremonia de entrega de los ‘Kids’ Choice Awards’ en Bogotá, un evento que marcó su última aparición pública. Poco después, comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza, un síntoma que la llevaría a una situación crítica. El 3 de septiembre de ese año, un accidente cerebrovascular la llevó de urgencia al hospital, donde los médicos se enfrentaron a un cuadro extremadamente delicado.
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Valentina sufrió múltiples paros cerebrovasculares consecutivos mientras esperaba ser intervenida quirúrgicamente, lo que resultó en un daño irreversible. Perdió la vista, la capacidad de hablar y la motricidad, quedando en estado crítico.
Ahora bien, pese a los esfuerzos del personal médico y de la insistencia de su madre en mantenerla conectada a un respirador artificial, Valentina no mostró signos de recuperación. Tras un mes en la unidad de cuidados intensivos, fue llevada de vuelta a su hogar, donde continuó recibiendo cuidados especializados.
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La situación económica de la familia Arbeláez se vio seriamente afectada, pues sus padres dejaron de trabajar para dedicarse por completo al cuidado de su hija. Fue en ese momento cuando amigos y colegas de la industria del entretenimiento, incluyendo a la presentadora Mónica Hernández, se unieron para organizar eventos benéficos y recaudar fondos. Diversos artistas y figuras públicas participaron en estas iniciativas, conscientes de la difícil situación por la que atravesaba su colega.
Gracias a esta ayuda Valentina pudo permanecer en su hogar durante varios años, aunque con un estado de salud que nunca mejoró. Y, finalmente, el 25 de marzo de 2021, después de siete años de lucha, la talentosa presentadora falleció rodeada de sus seres queridos.
