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'¡No te vayas, Jose!', escuchaba Olivia Cardona que veía llegar muy cerca de ella un grupo peculiar de niñas vestidas de negro y envueltas en un manto de tristeza.

Este martes un velo de melancolía cubrió la ciudad, mientras los barranquilleros se preparaban para despedir su fiesta cultural más importante.

En la calle 84, desde hace 25 años se congregan los hacedores para llevar a cabo esta despedida. La reina del Carnaval de los Niños, Samia Maloof, le dio apertura al desfile con un ‘Luto en la tradición’ que protagonizaba su atuendo.

Marcos Linares no entendía lo que estaba pasando. Su inocencia (tiene 9 años de edad) lo hizo decir 'pasó algo', mientras veía la camilla que cargaba a Joselito, quien ya tenía sus horas contadas en este recorrido.

Pese al llanto, los tambores no dejaban de sonar, pero la pequeña soberana se hundía en sus lamentos. 'Hoy el semillero carnavalero llora su partida con el corazón destrozado, esperando a ver si resucita para una nueva fiesta', dijo la reina de los Niños.

Después de días llenos de júbilo y celebración, el momento de decir adiós ha llegado, y con él, una sensación de tristeza se apoderó del corazón de los carnavaleros