El nombre del actor británico Jason Statham está asociado a la acción y a la adrenalina. Si aparece en el elenco de una película eso se puede esperar. Y su más reciente estreno en salas, Beekeeper o Sentencia de muerte, no es la excepción.
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Esta cinta cuenta cómo existen los Beekeepers, un programa especial fuera de toda cadena de mando. Un Beekeeper trabaja sin piedad durante las circunstancias más extremas de emergencia nacional. Algo así como un mercenario que intenta poner el orden.
Aquí, Jason Statham interpreta a Dam Clay, un Beekeeper retirado quien descubre una conspiración en los niveles más altos del gobierno y tendrá que desbloquear todos los mecanismos de defensa y cumplir con su nueva misión, una brutal campaña de venganza contra quienes mataron a su gente.
Dirigida por el norteamericano David Ayer (Escuadrón Suicida), esta cinta cuenta en su elenco también con actores de la talla de Josh Hutcherson y Jeremy Irons.
El actor británico explicó sobre su personaje que 'lo que sabemos es que Clay tiene unas habilidades increíbles. Es casi como un supersoldado que está ahí para proteger a la sociedad. Cuando la sociedad no puede protegerse a sí misma, él es la persona indicada, un Beekeeper, que entra en escena para restablecer el equilibrio. Eso es lo que realmente representa Adam Clay, es uno de esos tipos que, en realidad, no existen. Es casi como un fantasma que viene y corrige el rumbo'.
Una característica única de Adam Clay es que no es un tipo de armas, per se. David Ayer, el director, explica que él no anda por la vida portando un arma. En la historia, Clay acaba con casi todos sus adversarios sin disparar un solo tiro.
'Es sólo una herramienta de las muchas que utiliza. Puede tomar una pistola y desmontarla y convertirla en un arma blanca o un garrote. Era casi la idea de que un apicultor tiene manos de mago. Sabes que puede hacer cualquier cosa', precisa.