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Iniciar el cuidado de la piel desde una edad temprana ayuda a sentar las bases para una piel sana y radiante a lo largo de la vida. Es muy importante identificar el tipo de piel primario, que se refiere a las categorías que conocemos como normal, grasa, seca o mixta. De ahí, el tipo de piel secundario ya sea sensible, madura o con tendencia acneica.