Las hormonas son sustancias químicas producidas por las glándulas del sistema endocrino, ubicadas en el cerebro, el cuello y otras partes del cuerpo, como los ovarios en las mujeres o los testículos en los hombres. Estas viajan por el torrente sanguíneo y actúan como mensajeros, enviando instrucciones a los músculos, los órganos y otros sistemas del cuerpo, para que funcionen de manera correcta.
Los desequilibrios hormonales ocurren cuando los niveles de hormonas en la sangre son demasiado altos o bajos, lo que puede afectar funciones esenciales como el crecimiento, la respiración, el metabolismo, el peso, la capacidad reproductiva y el estado de ánimo. Más de 750 millones de personas, cerca del 10 % de la población mundial, padecen algún tipo de trastorno hormonal, y el 60 % de ellas lo desconoce, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualmente, la salud hormonal es un tema poco comprendido, lo que provoca que muchas personas enfrenten en silencio los efectos de un desequilibrio sin recibir el tratamiento adecuado. Por ello, el Dr. Álvaro Rojas, Director Médico de Abbott en Latinoamérica, comparte cuatro datos importantes para entender su impacto en el bienestar general:
1. Las hormonas influencian en nuestra salud diaria
El cuerpo humano cuenta con más de 50 hormonas esenciales para casi todos los procesos vitales. Estas sustancias son indispensables para funciones cotidianas como el crecimiento del cabello, la reparación de tejidos, el fortalecimiento óseo y la regulación del estado de ánimo. Por ejemplo, en las mujeres, el estradiol, una hormona perteneciente al grupo de los estrógenos (hormonas que regulan el desarrollo sexual femenino) y producida principalmente durante los años reproductivos, desempeña un papel importante en la salud cerebral y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
2. Todos tenemos ciclos hormonales
Los niveles hormonales fluctúan en hombres y mujeres, quienes producen testosterona y estrógeno en cantidades diferentes y en ciclos específico.
En los hombres, el ciclo hormonal se desarrolla en un periodo de 24 horas. La mayor producción de testosterona ocurre por la mañana, disminuyendo a lo largo del día y alcanzando los niveles más bajos por la noche. En las mujeres, los niveles de estrógeno y progesterona varían a lo largo del ciclo menstrual, que generalmente dura 28 días durante la etapa reproductiva. Estas hormonas son esenciales en el proceso de ovulación durante los años fértiles.
3. Encontrar el equilibrio hormonal es clave
Aunque las hormonas son esenciales para nuestra salud, en exceso o en deficiencia pueden causar dificultades. Por ejemplo, niveles elevados de la hormona tiroidea pueden alterar el metabolismo, afectando el peso y la energía. De manera similar, el exceso de insulina está relacionado con enfermedades como la diabetes.
Por otro lado, en el caso de las mujeres, los bajos niveles de progesterona, una hormona que regula la salud reproductiva, pueden ocasionar ciclos irregulares y dificultar el embarazo6, mientras que la disminución de los estrógenos durante la menopausia puede provocar sofocos, sudores nocturnos, cambios emocionales[9] y un mayor riesgo de enfermedades cardiacas.
Por ello, también es recomendable consultar con un médico sobre posibles opciones de terapia hormonal conforme sea necesario, las cuales pueden ofrecer importantes beneficios: cuando se inicia en la mediana edad, puede reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y la demencia, y contribuir a la protección contra afecciones como la osteoporosis y la diabetes tipo 2.
“Si persisten los signos de desequilibrio hormonal, ya sea falta de sueño, fluctuaciones de peso, problemas de piel, o problemas de fertilidad, es recomendable consultar al médico”, indica el Dr. Rojas. “Un desequilibrio puede estar relacionado con una condición o con una etapa de la vida, como la pubertad o la menopausia. Si los síntomas le están afectando, un médico y un tratamiento adecuado pueden ayudar a restablecer el equilibrio hormonal.”
4. Los cambios en el estilo de vida pueden mejorar la salud hormonal
Comprender los cambios que experimenta el cuerpo con la edad permite detectar desequilibrios a tiempo y recibir la atención médica necesaria. Asimismo, existen diversos hábitos que pueden contribuir a regular la salud hormonal. Esto incluye una alimentación adecuada, buen descanso, y buena actividad física.
“Una dieta rica en proteínas, como el pescado, que proporciona yodo y selenio, junto con vegetales y fibra, y un consumo moderado de azúcar, alimentos procesados y lácteos, son fundamentales para equilibrar el estrógeno, la hormona tiroidea y, en general, el metabolismo. Además, un buen descanso y la reducción del estrés mediante el ejercicio ayudan a regular hormonas como la adrenalina y el cortisol, previniendo problemas como el aumento de peso, alteraciones del estado de ánimo y enfermedades cardiovasculares”, puntualiza el Dr. Rojas de Abbott.
Como las hormonas juegan un papel clave en nuestro bienestar general, es importante mantenerlas bajo control mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés y controles médicos de rutina.