El horror de la guerra –que tanto ha hecho daño al país– ha vuelto a apoderarse de los campus universitarios de la región Caribe, específicamente en Atlántico, Magdalena y Cesar, sedes de claustros que históricamente han estado manchados de sangre inocente por el actuar criminal del Ejército de Liberación Nacional, el EPL, las Autodefensas Unidas de Colombia, las Farc y por agentes del Estado, desde los años 70 hasta los 2000, siendo la década que va de 1997 hasta 2007, de acuerdo con la Comisión de la Verdad, la de más turbulencia y dolor.