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La llegada de Gustavo Petro al poder devolvió a la Colombia olvidada la esperanza de paz que no acabó de fraguarse con el acuerdo de 2016, pero a mitad de su mandato la búsqueda de la 'paz total' con todos los grupos armados atraviesa su peor momento y el conflicto se intensifica en muchas regiones.

Estas son las freidoras de aire que fueron retiradas del mercado

Petro volvió a impulsar la paz después de cuatro años del Gobierno de Iván Duque, que lo implementó a medias causando la fragmentación del conflicto y que grupos armados se quedaran con territorios que dejaron las FARC y que debería haber ocupado el Estado.

Según Luis Fernando Trejos, profesor de la Universidad del Norte (Barranquilla), las políticas de Petro han logrado una 'disminución de la violencia homicida' al negociar treguas con bandas criminales en tres ciudades clave: Buenaventura, Quibdó y Medellín.

Pero Petro llega a la mitad de su mandato sin haber podido convencer a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de renovar el cese al fuego bilateral más largo del país, que terminó el 3 de agosto, y con unas negociaciones con el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC que parecieran simbólicas tras la salida del diálogo de más de la mitad de ese grupo.

'El cese al fuego debería promover alivios humanitarios o la disminución de afectaciones humanitarias, pero en muchos territorios ocurrió lo contrario' porque los grupos armados se han dedicado a 'concentrar todas sus capacidades criminales en combatir a otros grupos armados' y a atacar a las comunidades, explica Trejos a EFE.

La razón por la que buscan el retiro masivo de freidoras de aire del mercado

En los dos años de gobierno de Petro, según el conteo de la fundación Indepaz, van 352 líderes asesinados y 168 masacres con 559 muertos. En la primera mitad de Duque, fueron asesinados 469 líderes sociales y hubo 110 masacres con 447 muertos.

'La paz total no tiene un documento técnico que oriente la política, entonces no sabemos cuáles son los objetivos que persigue ni hay indicadores que nos sirvan para medir el éxito o fracaso', añade Trejos, y eso 'genera una percepción de improvisación'.