Publicidad
Tong Gosungnern, de dos años, se salvó de morir aplastado por una palmera de más de 9 metros. En hecho ocurrió en Nakhon Ratchasima (Tailandia). Una cámara grabó cómo el menor jugaba con unos amigos frente a la casa de sus padres cuando el árbol se precipitó justo a su lado. Mientras sus compañeros se dispersaron, el niño quedó paralizado contemplando la caída de la palmera. Resultó ileso luego de que una mujer lo tomó en brazos.
Publicidad
Por ahora César Farías está conociendo a los jugadores en plena competencia.
El boyacense contó con el apoyo de Guajira en la prueba final.
El italiano se inspiró en el vacío para crear sus polémicas obras.