Una disputa territorial entre las supuestas bandas delincuenciales ‘los Pinochos’ y ‘los Cachacos’ es el trasfondo del enfrentamiento a bala en el sector de Ciudad Bolívar, en Soledad 2.000, que cobró la vida del pequeño venezolano de un año y siete meses de nacido, llamado Matías Moisés Mendoza Fuenmayor.
Esa es la información que han recabado las autoridades judiciales a una semana después del hecho que, hasta ahora, tiene detenido a un sospechoso identificado como Azael Elías Hernández Pérez, de 20 años de edad.
El joven, según las pesquisas de los investigadores, se identificaba con el alias del Menor y estaría al servicio de ‘los Cachacos’. Su rol dentro de la estructura delincuencial sería el de vigilar la entrada y salida de personas del barrio, información que luego era suministrada a un superior.
Al parecer, este grupo que se denomina ‘los Cachacos’ 'tiene un negocio de vigilancia comunitaria, pero es una fachada. Lo que hacen es un control de la gente que se mueve en el barrio, para luego cobrar en negocios las extorsiones, vender droga y adueñarse del sector', explicó una fuente a EL HERALDO.
Sin embargo, añadió la fuente, son ‘los Pinochos’ los que permanecen allí y se niegan a entregar el control. 'Desde hace como tres meses vienen pasando eso, el jefe de los Cachacos es alguien del interior del país. Por eso el nombre del grupo'.
Además de la captura de Azael Elías Hernández, los investigadores están tras la pista de otros tres jóvenes que habrían protagonizado el enfrentamiento a bala.
El caso
El pasado miércoles 18 de abril, Jeandier Mendoza, su esposa Lilibeth Fuenmayor y su hijo Matías no tuvieron tiempo de reaccionar cuando escucharon los disparos a su lado. Eran las 6:30 de la tarde. Los tres estaban sentados en la terraza de la casa que queda en la calle 45B con carrera 8A y la que llegaron desde Venezuela hace poco más de un mes en busca de un 'futuro mejor'.
Matías Moisés, el menor de los dos hijos de la pareja, fue alcanzado por una bala perdida.
'Se estaban reposando afuera en la terraza para bañarse y cenar, cuando pasaron unos hombres disparando. Entraron corriendo para resguardarse y cogieron al niño, pero adentro se dieron cuenta de que Matías estaba sangrando por la espaldita', contó en su momento Luz Mar Meléndez, tía del menor.
Finalmente, el niño murió mientras era intervenido en el Camino Adelita de Char, antiguo Hospital Pediátrico.
El papá del menor llegó a Colombia hace tres meses, proveniente de Tía Juana, municipio Simón Bolívar, en el estado Zulia. La idea era la de trabajar en oficios varios por días. Luego llegaron en marzo Lilibeth y Matías, junto con una hermana de este, de ocho años, para que 'la familia estuviera unida'.
Legalizan captura
En el día de ayer, un Juez de Control de Garantías avaló la captura de Azael Elías Hernández Pérez. La diligencia se llevó a cabo en los Juzgados de Soledad durante la mañana.
Hernández tenía orden de captura por el delito de homicidio agravado en concurso con fabricación, tráfico y porte de arma de fuego o municiones, emanada por el Juzgado 16 de Barranquilla con funciones de control de garantías.
En su prontuario, según la Policía, tiene una anotación judicial por hurto calificado reseñada el 12 de marzo de 2018.
Mientras se llevaban a cabo la diligencia, el fiscal general de la Nación Néstor Humberto Martínez se refirió a la captura del joven.
'Los pecaminosos casos de menores tienen que conducir a las máximas penas. Así lo va a solicitar la Fiscalía', expresó Martínez.
Por su parte, Jorge Hazbún, abogado contractual de la defensa manifestó a EL HERALDO que su cliente 'no disparó' contra el menor y que este 'no hizo parte del tiroteo entre las dos bandas, pues este es un sereno del sector que vigila con un palo y un pito. Se demostrará a través de juicio su inocencia'.
Este jueves continúa la imputación de cargos y la solicitud de medida de medida de aseguramiento contra Azael por parte del delegado de la Fiscalía 8 de alertas tempranas de Soledad, Erwin Arévalo.