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Una invitación bastante particular realizó a los sacerdotes de la iglesia católica de todo el mundo el papa Francisco el pasado miércoles 12 de junio durante la audiencia general en la basílica de San Pedro, a donde llegó rodeado de cuatro niños en el papamóvil, desde donde saludó a los miles de fieles que se reunieron para escuchar su catequesis, que versó sobre la lectura de la Biblia y el evangelio.

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Francisco invitó a los sacerdotes a dar sermones que no duren más de ocho minutos porque “la gente se duerme' en las iglesias. 

“La homilía debe ser breve: una imagen, un pensamiento, un sentimiento. Una homilía no debe durar más de ocho minutos porque después de ese tiempo se pierde la atención y la gente se duerme, y tiene razón. Una homilía debe ser así. Y esto es lo que quiero decir a los sacerdotes que hablan mucho, a menudo, y no se entiende de qué hablan”, expresó el papa.

Esta es una petición que ya el pontífice había hecho en 2023, cuando sostuvo que los sermones largos 'son un desastre'.

Los sacerdotes deben ofrecer a los fieles 'un pensamiento, un sentimiento y una acción', y deben ayudar a 'trasmitir la palabra de Dios del libro a la vida', agregó.

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