Archipiélago, el colectivo disidente cubano que convocó la protesta del 15N, acusó este martes al Gobierno de violar sus derechos fundamentales y propuso prolongar las protestas hasta el 27 de noviembre.
En un comunicado emitido de la madrugada para hacer balance de la jornada previa, argumentó que 'las causas que motivaron la convocatoria del 15N siguen vigentes' y que el Gobierno 'no ha entendido el mensaje', por lo que apuesta por insistir.
Por eso propone seguir levantando la voz, mediante pequeñas acciones y hechos simbólicos, contra el Gobierno, para exigir un cambio político pacífico y dialogado en el país, además de la liberación de los presos políticos y de conciencia y el respeto a los derechos fundamentales.
Entre otras, pide seguir usando las ropas de color blanco como reivindicación política, mantener lemas opositores como tendencia en las redes sociales y un cacerolazo diario a las nueve de la noche.