Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el lunes que él habría tenido el coraje de entrar incluso sin armas en la escuela de Florida para impedir la masacre que causó 17 muertos y que impulsó a los estudiantes a pronunciarse para limitar el acceso a las armas de fuego.
'Pienso que yo habría corrido e ingresado (a la escuela) aun sin tener un arma, y creo que la mayoría de ustedes habría hecho lo mismo', dijo el mandatario durante una reunión con los gobernadores de los 50 estados federales en la Casa Blanca.
'Lo que quiso decir es que él sería un líder, y habría querido tomar una acción valiente', insistió su portavoz Sarah Sanders.
La declaración de Trump apunta a un policía armado que el día de la masacre supuestamente se apostó en el exterior de la escuela en Parkland, sin ingresar ni tratar de detener al joven Nikolas Cruz en el ataque que dejó 17 muertos, en su mayoría adolescentes.
'El desempeño ha sido francamente una vergüenza', dijo el presidente.
Los agentes que podían haber tratado de interceptar el ataque a la escuela 'no son exactamente personas a ser condecoradas por la medalla de honra. Ha sido una cosa asquerosa', añadió.
Tras la matanza de Florida, tanto en una parte como en otra del escenario político estadounidense, así como en la sociedad civil, se han alzado voces que piden una reglamentación más estricta de las ventas de armas. Una gran manifestación ha sido convocada para el 24 de marzo en Washington con el objetivo de pedir un control más estricto y meter presión a los responsables políticos.
Los líderes republicanos del Congreso Paul Ryan y Mitch McConnell no se han pronunciado todavía sobre el tema, pero según una encuesta reciente de la CNN, el 70% de los estadounidenses está a favor de un endurecimiento de la legislación.
CS mantiene la protección a los ‘dreamers’
La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó el lunes una petición presentada por el gobierno para reversar decisiones adoptadas en dos tribunales inferiores y que mantienen vigente el programa Daca de protección a inmigrantes que llegaron al país siendo niños.
El Departamento de Justicia había solicitado a la máxima corte del país que intercediera directamente, evitando la participación de cortes de apelación, para rever las decisiones que mantienen en marcha el Daca.
Ese programa protege de la deportación y legaliza la situación de inmigrantes llegados a Estados Unidos aún en la infancia. El presidente Donald Trump decidió que el gobierno no lo renovaría y que los beneficios aprobados para unos 690.000 inmigrantes se extinguirían el 5 de marzo. Sin embargo, dos cortes federales -una en California y otra en Nueva York- bloquearon la determinación presidencial y mantuvieron vigente el programa. Este rechazo de los jueces de la Suprema Corte de discutir ahora la cuestión significa que la controversia sobre la interrupción o manutención del programa Daca deberá seguir su curso normal antes de retornar al máximo tribunal del país. En ese período, el gobierno se verá forzado a aceptar pedidos de renovación de los beneficios ya otorgados al abrigo del programa Daca a esos inmigrantes, en su mayoría de origen latinoamericano y conocidos como 'dreamers'.
La decisión fue adoptada por la unanimidad de los jueces de la Suprema Corte. En una nota oficial, un vocero de la Casa Blanca reafirmó su convicción de que el programa Daca 'es claramente ilegal'. El fiscal general de California, Xavier Becerra, apuntó que la decisión 'es una victoria para los ‘dreamers’ y sin dudas una gran victoria para California. Una victoria del imperio de la ley y de nuestra economía'.