El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, ha anunciado que no abandonará la jefatura de Gobierno a pesar de haber perdido las elecciones, cuyos resultados rechaza por supuestas irregularidades, y que tampoco abandonará el país para evitar un conflicto social.
'No me iré. Ya he dejado muy claro que no acepto el resultado. Incluso me pidieron que abandonara el país para que prevaleciera la paz, pero no me iré a ninguna parte', dijo anoche en un discurso a la televisión estatal reproducido por los medios locales.
Jammeh reconoció su derrota tras las elecciones celebradas el 1 de diciembre y felicitó públicamente al presidente electo, el líder opositor Adama Barrow, pero una semana más tarde rechazó los resultados y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional.
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El presidente gambiano sostiene que 'hubo muchas irregularidades' en el proceso electoral, en el que, según él, hasta 360.711 votantes no pudieron ejercer su derecho, y por este motivo decidió presentar un recurso judicial.
El bloque regional de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) se reunió con él para pedirle que respetara los resultados y abandonar el poder el próximo 19 de enero, fecha en la que expira su mandato.
Según Jammeh, los líderes africanos ya habían decidido que le trasladarían esta petición incluso antes de escucharle, por lo que, para él, aquel encuentro fue una mera 'formalidad'.
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La CEDEAO advirtió de que tomaría todas las medidas necesarias para hacer cumplir la voluntad del pueblo gambiano, sin descartar incluso una intervención militar, pero Jammeh respondió ayer que no se dejará intimidar por ningún poder ajeno a su país.
'Quiero asegurarme de que se obtiene justicia. Soy un hombre de paz, pero eso no significa que no me defienda. No soy un cobarde. Nadie puede privarme de esa victoria, excepto el todopoderoso Alá', dijo.
Jammeh, en el poder desde hace 22 años, perdió los comicios con el 43,9 por ciento de los votos frente al 44,9 por ciento de Barrow.
Además de la CEDEAO, la ONU, EEUU, la Unión Europea y la Unión Africana le han pedido que acepte los resultados y garantice una transición pacífica.