El 4 de marzo de 2020 el estadio Metropolitano recibió a 32.199 espectadores, hinchas de Junior en su mayoría, que acompañaron y alentaron al Tiburón en el partido por la primera jornada del grupo A de la Copa Libertadores del año pasado.

Esa noche, en el último minuto, Teófilo Gutiérrez hizo cantar el último gol que la hinchada barranquillera celebraría antes de tener que abandonar por 508 días las tribunas del ‘Coloso de la Ciudadela’, todo por cuenta de la pandemia de la covid-19 que privó a la ciudad, al igual que al mundo entero, de los espectáculos públicos.

Más de 12 mil horas en las que el jugador número 12 no ha estado presente, y en las que quienes sacan provecho comercial o generan ingresos a partir del fútbol cada fin de semana tuvieron que buscar nuevas formas de sobrevivencia.

Se terminó la espera y mañana las camisetas rojiblancas volverán a verse en las tribunas del Metro. Será el primer partido con público que disputará el onceno barranquillero desde que el coronavirus llegó a Colombia y el Gobierno ordenó el aislamiento obligatorio y los eventos masivos.

La ciudad ya albergó el primer partido con asistencia de hinchas, fue el de la selección Colombia con 10 mil personas, un aforo del 25 %, ante Argentina. Y en otras ciudades, como Medellín y Armenia, los equipos locales ya disputaron su primer choque con público, con 3 mil aficionados en el Atanasio Girardot y el Centenario, respectivamente.

El de Junior de Barranquilla frente a Envigado será el primero con un aforo del 40 %. 18 mil almas podrán congregarse este domingo en el Metropolitano. Y con ellas la reactivación económica de un entorno que genera empleo e ingresos para cientos de personas y sus familias que viven de los espectáculos deportivos, concretamente del fútbol.

Una oportunidad más en la recuperación de todos los sectores económicos, y en particular de las ventas informales de bebidas, comidas, camisetas, entre otros, incluso los revendedores que también tuvieron que reinventarse en la pandemia.

El encuentro deportivo de este domingo no es solo un partido de fútbol, es una muestra de lo importante que es la reactivación de un sector del cual se deriva un gran impulso a la economía de la ciudad.

Este retorno a las gradas y a los espectáculos masivos se da en medio de la confirmación del Gobierno de la presencia de la variante delta del coronavirus en el país. No hay que perder tiempo, es imperativo que todos los grupos priorizados acudan a cumplir la cita con el deber de protegerse y proteger a los suyos, y que los 1.062 municipios habilitados para vacunación masiva puedan inmunizar a toda su población. En tanto, es una gran noticia que Barranquilla pueda volver a disfrutar del fútbol con presencia de hinchas, eso sí guardando y cumpliendo las normas de bioseguridad y el respectivo distanciamiento que se ha delimitado en las sillas del estadio. Que los hinchas junioristas puedan disfrutar un espectáculo deportivo lleno de alegría, con las sonrisas cubiertas y los goles cantados a todo pulmón detrás de los tapabocas.

¡Que ruede el balón y la reactivación siga su curso!