Barranquilla vive por estos días un momento de esplendor cultural, debido a que se desarrollan de manera simultánea dos grandes eventos que invitan a sus habitantes a sumarse a estas nacientes iniciativas respaldadas por autoridades locales, gremios y empresa privada, quienes a su vez deberán velar porque no se diluyan en el tiempo.

En esta misma semana se vive la segunda edición de la Feria Internacional del Libro de Barranquilla, Atlántico y el Caribe (Filbac) y el nacimiento de BAQ.ART, propuestas que confirman a la Arenosa como la capital creativa del Caribe colombiano.

Está claro que se trata de dos escenarios distintos, pero complementarios, que tienen como hilo conductor el propósito de acercar a la ciudadanía a la literatura y al arte contemporáneo, con espacios abiertos al público e incluyentes.

La Filbac, que se desarrolla en la emblemática Plaza de La Paz, se cumplirá hasta este domingo con la ambición de superar los 30.000 asistentes y de movilizar más de 800 millones de pesos en ventas editoriales. En su primera edición, en 2024, la feria registró 21.300 visitantes y 593 millones de pesos en ventas, cifras que ya daban cuenta del entusiasmo ciudadano por este nuevo espacio. Pero más allá de las cifras, la feria esta vez ha apostado por algo más profundo que busca consolidar una identidad literaria desde esta esquina caribeña.

La Filbac ha surgido en un momento adecuado, en el que Barranquilla cuenta con el mayor indicador nacional de promoción de lectura desde los colegios, según un estudio liderado por la Cámara Colombiana del Libro en 2024. De acuerdo con los resultados, el 97 % de las actividades promovidas desde las aulas son en torno a la lectura, siendo este el mayor indicador a nivel nacional. Entre tanto, ciudades como Bogotá, Cali y Medellín registran porcentajes iguales o menores a 90 % en ambos indicadores.

Como si fuese poco, los estudiantes de primer y segundo grado cuentan con mayor fluidez lectora, según diagnóstico aplicado por el Distrito, CEPE y Banco Mundial a junio de 2025, registrando así una mejora significativa en los niveles de comprensión lectora.

El homenaje al sociólogo Orlando Fals Borda, en el centenario de su natalicio, constituye una de las apuestas más significativas de esta edición. Su legado del “sentipensar” se convierte en un gran lazo entre literatura, investigación social y memoria, tres pilares que sostienen la construcción del pensamiento costeño.

El secretario de Cultura y Patrimonio de Barranquilla, Juan Carlos Ospino, explicó a EL HERALDO que esta edición cuenta con invitados de primer nivel, como Joanne Rappaport, Matilde Eljach, Javier Ortiz Cassiani y Édgar Rey Sinning, quienes ofrecen reflexiones sobre identidad, territorio y memoria. “Joanne, por ejemplo, es una reconocida especialista en el pensamiento de Fals Borda. Esta gestión se logró gracias al apoyo del Banco de la República”, aseguró Ospino, destacando la articulación institucional que ha hecho posible el evento.

En paralelo, BAQ.ART, que culmina este sábado en el Pabellón de Cristal del Malecón del Río, inaugura un nuevo capítulo en la escena artística de la ciudad. Más de 100 artistas exponen 200 obras en distintos lenguajes, acompañados de una franja académica en la Fábrica de Cultura y una intervención a gran formato en el Ecoparque Ciénaga de Mallorquín.

Su director, Yamid Amat Serna, explicó a esta casa editorial que este proyecto nació del deseo de democratizar el arte contemporáneo, llevándolo a los espacios públicos. “Barranquilla ha sido históricamente cuna de manifestaciones artísticas y culturales muy importantes. Este es un territorio fértil para la creación y lo que buscamos es devolverle a la ciudad lo mucho que nos ha dado como país. Ahora el arte contemporáneo está al alcance de la gente con BAQ.ART”, afirmó.

Obras de figuras reconocidas como Sara Modiano, María José Arjona, Jessica Mitrani, Gonzalo Fuenmayor y Adriana Martínez Barón confirman el alto nivel curatorial del evento. Pero lo más valioso de BAQ.ART es su visión, pues con la articulación de esfuerzos institucionales y privados busca convertirse en un referente del arte contemporáneo desde el Caribe.

Filbac y BAQ.ART son, en esencia, dos manifestaciones de un mismo espíritu, el de una capital que le apuesta a despertar entre sus habitantes la pasión cultural, porque de una vez sea dicho, es la ciudadanía la que debe responder de manera positiva a estos eventos, para que queden fijados en el calendario.

Así que usted aún está a tiempo de sumarse a estas iniciativas de ciudad que pretenden demostrar que leer y crear también son actos de ciudadanía. Y en ese sentido, Barranquilla está escribiendo y pintando, con orgullo, una nueva página en su historia cultural.