Finalmente llegaron los días santos, esperados en gran medida por la oportunidad para muchas personas de descansar, para otras de celebrar la fe catolica y para tantas otras de mejorar sus ingresos por cuenta del turismo de paseo, pero también el religioso.

Desde este sábado miles de personas en todo el país alistan sus maletas y sus vehículos para partir a los destinos más apetecidos para esta temporada o tal vez para aprovechar la pausa de la Semana Mayor para acudir a visitar a sus familias y reencontrarse con los suyos.

Cualquiera que sea el caso, lo primero es que los próximos ocho días pueden ser una oportunidad para la reflexión, para hacer una pausa y repasar el camino recorrido, enmendar errores, perdonar, compartir, ser solidario, alimentar el espíritu, más allá de las distintas creencias.

Pero con esa búsqueda también es cierto que vienen las aglomeraciones, los trancones y los excesos que provocan fatalidades en las vías del país, por lo cual estos días santos deben convertirse también en la oportunidad para desarrollar el don de la prudencia, particularmente en las carreteras, donde cada año se presentan cientos de siniestros viales con víctimas mortales.

Y en el entendido de que es una temporada particularmente de mucha movilización y afluencia de turistas, las autoridades se preparan con anticipación y despliegan todos sus planes operativos y de contingencia en procura de garantizar la seguridad en los distintos actos religiosos, como misas y procesiones, y en los lugares de recreo.

En el caso del Atlántico se espera el arribo de unos 70 mil visitantes a través del aeropuerto Ernesto Cortissoz y la movilización de cerca de 540 mil pasajeros por la Terminal de Transportes de Barranquilla en los 6.839 buses que operan las 18 transportadoras vinculadas.

También se proyecta la circulación de unos 140 mil vehículos por las vías del departamento, para lo cual el Instituto de Tránsito dispondrá de promotores viales con el acompañamiento de alrededor de 1.700 uniformados y agentes de tránsito que harán la labor de control, pero sobre todo de sensibilización a los conductores para instarlos a respetar las normas y manejar con precaución.

Planificar los operativos, controles y estrategias es rutinario en el accionar de las autoridades. No obstante las cifras de siniestralidad vial y de fallecidos en carreteras del Atlántico de los últimos años seguramente han propiciado una mayor atención e intención en los esfuerzos operativos para garantizar la seguridad vial, sobre todo en las temporadas altas del año como la Semana Santa.

De acuerdo con las cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, desde 2017 ha venido en aumento el número de muertos por accidentes de tránsito en el departamento, salvo en la época de pandemia, al pasar de 192 víctimas en ese año a 270 durante el 2024. En el primer bimestre de 2025 (enero-febrero) el reporte es de 40 fallecidos, dos más que en el mismo período del año pasado.

Pero remitiéndonos propiamente a la Semana Santa de 2024, en el Atlántico el balance fue alentador, pues solo una persona perdió la vida y ocho resultaron lesiondas por accidentes viales.

Garantizados los dispositivos y controles en carreteras, les toca a los ciudadanos preparar sus vehículos para salir a recorrer con tranquilidad, sin afanes y con todas las precauciones los municipios con la Ruta de la Fe promovida por la Gobernación, que tendrá estaciones para conmemorar la pasión y muerte de Jesús, pero también para disfrutar de las expresiones populares.

Son cerca de 480 eventos religiosos y culturales los que conforman la oferta y la agenda de cada municipio y del Distrito de Barranquilla durante esta Semana Mayor.

Que sea una semana de recogimiento, de descanso, de mucha reflexión, paz y oración y que la prudencia, nuevamente, predomine para evitar dolores de cabeza y la pérdida de vidas. La clave: respetar las normas y atender las recomendaciones de las autoridades.