Después del duro impacto financiero que provocó la pandemia de covid-19 en los ingresos de los sistemas de transporte masivo en el país por cuenta de los confinamientos obligatorios prolongados y luego la disminución de los aforos ha sido muy difícil la recuperación para estos.

En el caso concreto de Transmetro en Barranquilla sus ingresos cayeron más del 50 % en 2020,eso combinado con el incremento propio de los costos operativos deterioró el sistema, al punto de conducir al mal estado generalizado de buses y estaciones y en consecuencia a la ampliación de los tiempos de despacho y la disminución de la frecuencia de los vehículos.

Bajo ese panorama hubo una suma de crisis que detonaron en una seria amenaza de parálisis del sistema de transporte masivo y a las protestas de usuarios cada vez más afectados que debían esperar demasiado tiempo para poder abordar un vehículo lleno de fallas, sin aire acondicionado y en las peores condiciones de viaje.

De a poco la realidad de Transmetro pareciera tomar un nuevo aire con el ambicioso plan de mejoramiento que comenzó a implementar el Distrito desde el mes de marzo, cuando el alcalde Alejandro Char anunció el inicio de la primera fase de las obras de recuperación de cinco de las 17 estaciones del sistema de transporte masivo de la ciudad, incluyendo el portal de Soledad y la estación de retorno Joe Arroyo.

El plan, que se realiza en conjunto con el ente gestor y con los operadores, también contempla la recuperación de 116 vehículos que se vincularán a la operación durante este año, más la sostenibilidad de los 140 vehículos operativos.

Adicionalmente se implementó la plataforma del sistema Recaudo Centralizado y Control de Flota, lo que le permitirá interoperar con el Sibus del transporte público colectivo gracias a la instalación de 270 equipos validadores en las estaciones y buses, así como 204 consolas en la flota.

Tras un recorrido realizado por EL HERALDO para verificar cómo avanza el plan, es evidente que la infraestructura de las estaciones ya presenta una nueva cara y les hace ilusión a quienes usan el sistema diariamente que finalmente haya un trabajo sostenible y de largo aliento que lleve a mejorar la calidad del servicio que hoy reciben los miles de usuarios que cada día se movilizan. Al menos esa es la expectativa que tienen y la esperanza de que el plan funcione y por fin la capital del Atlántico tenga un sistema de transporte masivo correspondiente a la demanda que hoy tiene.

El Distrito, el ente gestor y las empresas que integran los operadores deben jalar para un mismo lado articulando más y mejores esfuerzos para garantizar la perdurabilidad y calidad del servicio que, no cabe la menor duda, significó un enorme salto de calidad cuando entró en funcionamiento hace 14 años en el 2010.

El quinceañero de Transmetro tendrá que celebrarse en 2025 con la posibilidad de que se construya un esfuerzo conjunto de todos los sectores involucrados, y claro que eso incluye a los usuarios. La Alcaldía, en cabeza de Alejandro Char, está avanzando en el compromiso que asumió antes del inicio del mandato. El ente gestor y los operadores han dicho que potenciarán la flota. En diciembre entrarán en operación 40 nuevos vehículos de tecnologías limpias.

Dicho que los responsables del sistema de transporte masivo de Barranquilla están avanzando en los compromisos adquiridos, es supremamente importante que los usuarios también cumplan con lo que les corresponde haciendo uso eficiente del servicio y cuidando tanto los vehículos como las estaciones, incentivando el buen comportamiento, el respeto y la cultura ciudadana para que sea un trabajo integral y de todos en el propósito de que Barranquilla y su área metropolitana cuenten con un sistema de transporte realmente integrado y a la altura de una ciudad con grandes proyecciones de crecimiento y desarrollo que cada vez atrae más turistas y cuya movilidad segura debe ser una prioridad en la agenda pública y de los ciudadanos.