Congresos como el de Asocajas –Asociación de Cajas de Compensación Familiar– y el de la FIO, que es la Federación Iberoamericana de Ombudsman o defensores del pueblo, fueron solo dos de los grandes eventos nacionales e internacionales que se realizaron en la semana que culmina en Barranquilla y que trajeron a la ciudad más de 1500 personas, generando una irrigación económica muy importante para la ciudad.
Estos encuentros se suman a los más de 40 eventos corporativos y sociales como congresos, seminarios, ferias, encuentros, festivales, entre otros, en los diferentes sectores de la economía.
También este año se realizaron en la capital del Atlántico el Caribe Biz Forum, Latam Fintech, Congreso de Naturgas, XLV Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite y los congresos médicos nacionales de Pediatría, de Alergia, Asma e Inmunología y Neumología y Cirugía de Tórax.
Cada uno de estos eventos moviliza a la Puerta de Oro por lo menos 500 personas que arriban desde distintas partes de Colombia y de países del mundo incentivando los ingresos de hoteles, restaurantes, servicios de transporte, establecimientos comerciales y también la economía informal.
Todo un círculo virtuoso producto de una serie de factores que han confluido para que Barranquilla haya logrado posicionarse como destino estratégico para el turismo de negocios y eventos y que termine siendo la sede escogida para reunir a profesionales y empresarios en distintas ramas de la actividad económica.
¿Y cuál es la clave? Planeación, unidad de criterio, articulación público-privada y académica, una oferta de infraestructura y de actividades que ha venido en ascenso y una fuerte agenda de promoción de ciudad tanto del
Distrito como de la agencia de promoción de inversiones ProBarranquilla y de los gremios con asiento en este territorio.
Además de la ubicación privilegiada y de los nuevos espacios públicos y turísticos no solo de la capital, sino de los municipios del Atlántico, las capacidades humanas y logísticas que ofrece la Arenosa completan el panorama que facilita la atracción cada vez mayor de congresos y grandes encuentros corporativos.
Hoy en cifras gruesas Barranquilla dispone de 200 hoteles, más de 7800 habitaciones y 15.000 camas, 185 salones, nueve centros de eventos y trece modernos escenarios deportivos y ya acumula una experiencia importante en la realización y acogida de eventos de gran formato.
La ciudad tiene con qué seguir creciendo en el turismo de negocios y eventos; sin embargo, será necesario emplearse a fondo en lo relacionado con la gestión para conseguir que se mejoren los servicios aeroportuarios y se incrementen las frecuencias de vuelos, entre otros factores que son determinantes para estimular el arribo de visitantes a la capital atlanticense.
Por lo pronto, a menos de tres meses para que culmine el 2023, la agenda no se detiene y se vienen importantes encuentros nacionales e internacionales como el congreso de Camacol y la Cumbre Nacional del Carbón, en lo que resta de octubre; el 28 Congreso de Energía MEM y Autofest, en noviembre, y arrancando diciembre se realizará el 31° Congreso Latinoamericano de Puertos de AAPA (Asociación Americana de Autoridades Portuarias), que reúne a más de 600 expertos internacionales y líderes portuarios de América Latina.
Como quien dice “de todo como en botica”. La ciudad no puede detenerse en el éxito que hasta ahora ha conseguido, los retos son cada vez mayores y el prestigio obtenido hasta ahora tiene que ser ratificado, sostenido y ampliado, por lo que la visión tiene que mantenerse a tope y sumarle otras tareas fundamentales como la seguridad, la calidad de las vías y del servicio de transporte, cultura ciudadana y servicio al cliente, siempre pensando en que cada persona que llegue debe llevarse la mejor experiencia para que decida volver y recomendarnos como destino.
Pero ojo. Es una corresponsabilidad de autoridades, sector privado, academia y de todos en general. Tenemos con qué.