Por lo menos tres décadas –según los propios conductores que se ubican para prestar su servicio de transporte no autorizado– lleva funcionando la terminal ilegal de Soledad bajo el puente del Inem en la calle 30. Todo un problema de movilidad que acumula historias diarias de caos en un sector donde confluye el alto tráfico, por ser la vía que conduce al aeropuerto Ernesto Cortissoz y a los municipios de la banda oriental del Atlántico, con el movimiento de personas y vehículos por tratarse de una zona escolar y hospitalaria.
EL HERALDO ha venido llamando la atención sobre esta situación que permanentemente genera el malestar y las quejas de la ciudadanía que transita o permanece en esta concurrida vía, especialmente de los padres de los estudiantes de las instituciones educativas, sobre todo el Itida y el Inem, que se ven en aprietos para poder dejar a sus hijos en la puerta del colegio.
Según pudo constatar esta casa editorial en varias visitas, por lo menos cinco vehículos se ubican cada 45 minutos en el sector ocupando buena parte de la calzada en el sentido norte-sur a la espera de las decenas de pasajeros que llegan en busca de un carro que los lleve a Sincelejo, Montería, Carmen de Bolívar, Magangué y todos los municipios de la banda oriental.
Es una problemática sin duda de vieja data, pero que en algún momento tendrá que obtener una solución. Barranquilla y su área metropolitana cuentan con la Terminal de Transporte Terrestre, que es el lugar autorizado para el despacho del servicio legal de transporte de pasajeros intermunicipal e interdepartamental, que cuenta con todos los controles y las garantías necesarias para disfrutar de un viaje seguro.
Claro está que se entiende la dificultad que representa la ubicación de dicha terminal, por lo que muchas personas evitan desplazarse hasta ella y hacen uso de las terminales piratas, poniendo sus vidas en riesgo y contribuyendo a la permanencia de un servicio irregular.
Ahora bien, desde estas líneas celebramos que la Alcaldía de Soledad, que es la llamada a tomar cartas en el asunto –según le indicó a EL HERALDO la Superintendencia de Transporte–, busque mecanismos para realizar los controles necesarios y no permitir que persista el caos en la principal vía de acceso y tránsito por el municipio.
Con cámaras de fotomultas el Tránsito de Soledad anunció que buscarán acabar con la terminal pirata. Al menos así comenzaron a hacerlo durante la semana e informaron que en los primeros controles habían impuesto diez comparendos e inmovilizado un vehículo. Eso fue una buena noticia para la movilidad de la zona, pero infortunadamente no puede ser flor de un día.
Al ser consultada por EL HERALDO, la Superintendencia de Transporte ratificó que es responsabilidad de la Alcaldía de Soledad actuar y hacer que se respete la norma frente al funcionamiento de la terminal ilegal de la calle 30.
El gran problema es que la administración municipal tiene un tránsito ‘sin dientes’, que debe regular la movilidad del municipio con solo 20 agentes de los 40 con los que cuenta la entidad. ¿De dónde flores si no hay jardín? Pero hay que insistir en que este no es un problema de días o de meses, sino de años, de décadas, y pasa el tiempo y Soledad sigue sin resolver un problema grave para la movilidad de la vía que comunica a Barranquilla con el municipio, con su aeropuerto y con el resto de municipios del oriente del Atlántico.
Es la Alcaldía de Soledad la llamada a planificar cómo podrá combatir esta situación irregular. Tendrá que explorar los mecanismos o las fórmulas para ofrecer una solución definitiva.
En tanto, expertos en movilidad y transporte apuntan que se requiere también la instalación de terminales satélites autorizadas, de forma que la gente tenga opciones para no tener que desplazarse hasta la Terminal de Transporte principal, también ubicada en el municipio, pero sobre la Murillo, cerca a Granabastos. Una solución en planes, pero todavía lejos de materializarse. Así que por ahora hay que ejercer la autoridad y hacer los controles requeridos. No hay otra forma.