El pasado miércoles, en la antesala de los días santos, el país se fue a dormir con la noticia de la muerte del futbolista Freddy Rincón Valencia a los 55 años. Sobre las 11:20 de la noche, la Clínica Imbanaco de Cali informó que pese a los esfuerzos médicos la leyenda del balompié colombiano, que participó en tres mundiales consecutivos –Italia 90, EE. UU. 94 y Francia 98–, no logró sobrevivir a los severos traumas y lesiones que recibió después del violento choque de la camioneta en la que viajaba, acompañado de otras personas, con un bus del sistema MIO, en la ciudad de Cali, a las 4 de la madrugada del lunes 11 de abril.

Aun cuando los hechos y las circunstancias bajo las cuales se produjo el siniestro vial todavía son materia de investigación, lo que sí quedó claro al publicarse los videos del momento del accidente fue que la camioneta en la que se movilizaba Rincón se voló el semáforo en rojo de la intersección y recibió el fuerte impacto del vehículo de transporte masivo.
Una imprudencia vial que hoy tiene al mundo del fútbol lamentando la partida de uno de sus ídolos.

El examen forense del Instituto de Medicina Legal será determinante para saber la ubicación en la que viajaba el mítico volante, ya que no son claras las versiones en torno a quién iba conduciendo el vehículo, del cual se conoció que no tenía Soat vigente al momento de la colisión y registraba siete infracciones de tránsito, la mayoría por exceso de velocidad. De hecho uno de los hijos de Freddy, Sebastián Rincón, reiteró que su padre no iba conduciendo la camioneta y pidió al conductor que se presente ante las autoridades.

Al margen del resultado de las investigaciones, lo conocido hasta ahora deja claro una vez más que la imprudencia vial puede ser extremadamente fatal. Al fin y al cabo los accidentes son sucesos eventuales que derivan en daños involuntarios para las personas o las cosas, son impredecibles, pero no observar las normas de tránsito ni respetar las señales es en gran medida la causa del elevado índice de accidentalidad en Colombia, que – conforme a los comparativos del IRTAD por sus siglas en inglés, (Grupo de Análisis y Datos de Seguridad del Tráfico Internacional)– se ubica en el primer lugar de los países con mayor tasa de fallecidos en siniestros viales entre los años 2011 y 2020 (12,58), por encima de Argentina (12,22), Chile (11,16), Estados Unidos (10,94) y Corea (8,60).

Estas cifras se registran en las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que también reporta que la cifra de muertes en accidentes de tránsito en el país ha venido en aumento al pasar de 6.259 en 2017 a 7.067 en 2021. Solo en lo que va de 2022, a corte del 28 de febrero, en el país ya han muerto 1131 personas en siniestros viales, y 2410 han resultado heridas. ¡Es hora de poner freno a la imprudencia vial!