Barranquilla y los municipios del Atlántico continúan reportando avances significativos en su estrategia de vacunación masiva. Evidentemente, aún estamos lejos de declarar el cierre de la prolongada crisis sanitaria, económica y social en la que nos hemos visto inmersos desde marzo de 2020, pero los datos positivos de la inmunización en el departamento nos acercan a escenarios de normalidad prepandémica.
El 90,5 % de los mayores de 12 años en Barranquilla ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19, y el 60 % cuenta con esquema completo, una proporción que es determinante para afianzar el control de la pandemia, luego de cerca de 19 meses de restricciones, con más de 208 mil contagios y 5.530 decesos en la ciudad, a corte de 27 de octubre. En total, el Distrito ha administrado un millón 500 mil dosis desde febrero, cuando arrancó este proceso. Dando inequívocas señales de compromiso y responsabilidad con su propia salud y la de su entorno familiar y laboral, los grupos poblacionales que van entre 50 y 54 años, 60 y 64, 70 y 74 y los mayores de 80 llegan a una cobertura superior al 93 %, con primera y segunda vacuna o dosis única. Aplausos para ellos.
En general, las relevantes cifras de inmunizacion de Barranquilla, la ciudad que lidera el Índice de Resiliencia Epidemiológica en Colombia, responden a la buena acogida de sus habitantes a la vacunación. Incluso, franjas de ciudadanos que en principio se mostraron reticentes a las vacunas hoy muestran importantes coberturas. Es el caso de quienes tienen entre 40 a 44 años, el 72 % del total de esta población –casi 85 mil personas– ya tiene su esquema completo. ¿Dónde radica hoy el mayor desafío? Entre los menores de 30 años.
Valga precisar que esta dificultad no es exclusiva de Barranquilla. Con insistencia, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, llama a los jóvenes para que se vacunen, sobre todo ahora que transitamos hacia la época de mayor interacción social del año. Hace lo correcto, porque aunque la pandemia parece perder fuerza esta no ha acabado. Conviene recordar que la inmunización masiva es la que ha remitido la aparición de una cuarta ola, prevista inicialmente para octubre. Todo dependerá de la expansión de delta.
Lo que sucede en los puntos de vacunación de Barranquilla resulta esperanzador frente al objetivo de lograr inmunidad colectiva en el corto plazo. Quienes más se inmunizan hoy son los jóvenes: 1.410, con edades entre 20 a 24 años, recibieron primeras, segundas y dosis únicas el pasado 26 de octubre. Le siguieron los de 25 a 29 años, 30 a 34 y 16 a 19. Entre todos sumaron más de 5 mil dosis de las 10 mil administradas ese día. Fundamental que las autoridades de salud del Distrito entreguen completa información a esta población sobre la eficacia y provecho de las vacunas para reforzar su intención de vacunarse.
Pese a los rezagos a superar en Soledad, Malambo y Tubará, los municipios del Atlántico han respondido con entusiasmo a la inmunización. Más de 420 mil personas mayores de 12 años completaron su esquema, y tras sobrepasar el millón de dosis aplicadas, el departamento se encamina a conseguir la meta de vacunar al 70 % de su población priorizada a más tardar el 15 de noviembre. Una noticia que ilusiona porque nos permite empezar a ver algo más que una tenue luz al final del túnel. La inminente vacunación de niños de 3 a 11 años antes de finalizar 2021, anunciada por el Ministerio de Salud, es otro paso definitivo para dejar atrás la fase más crítica de la pandemia.
Bajo estas promisorias condiciones, se anunciará en Barranquilla un incremento de aforos para el ingreso a establecimientos de ocio, entretenimiento y espacios culturales, del 75 % al 100 %, previa presentación del carné de vacunación. Justo privilegio para los vacunados. Sin duda, nos acercamos a lo más parecido a la normalidad prepandemia, pero no podemos caer en la relajación. Por el contrario, esta decisión que fortalecerá la recuperación económica demanda responsabilidad y conciencia ciudadana para seguir acatando las medidas de bioseguridad –todo lo que sea posible–, y continuidad en la vacunación para alcanzar mayores coberturas. Que no se experimenten nuevos retrocesos dependerá de todos.