Las tiendas de barrio son el alma de Barranquilla. Estos mercados populares, que se pueden encontrar en cualquier esquina, se han convertido en uno de los indicadores más representativos de la economía local, por lo que preocupa cuando los tenderos afirman que hay una caída en sus ventas.
Según la Unión de Comerciantes (Undeco), las ventas de sus 7.500 afiliados en Barranquilla y 12.000 en todo el Atlántico han bajado un 8% este año en comparación con 2016. Un tema para analizar es que no solo lo atribuyen a la aparición de nuevos formatos, sino al aumento del IVA en tres puntos, que ha provocado que las personas solo compren productos básicos; el paro de maestros, el hecho de que el Carnaval se celebrara muy cerca de las temporadas de fin de año y comienzo escolar, y la implementación del nuevo Código de Policía.
Esta situación ha dado origen a que los pequeños comerciantes, en su mayoría santandereanos y antioqueños, aumenten su oferta de servicios con, por ejemplo, la venta de almuerzos.
Un estudio de Undeco revela que mientras el porcentaje de utilidad de las tiendas se ha reducido en los últimos diez años, la carga impositiva no ha parado de crecer. No es un tema cualquiera si se toma en cuenta que el 64% de los consumidores de Barranquilla se aprovisiona en las tiendas de barrio, ya que ofrecen cercanía, variedad de productos y algunas hasta crédito sin fiadores. Sin embargo, se calcula que el 80% de las ventas en la capital del Atlántico y la Costa en general están representadas en bebidas, ya sean gaseosas, saborizadas, agua o cerveza, debido a las condiciones climáticas de la región.
Es por el componente de la cerveza que el Código de Policía ha golpeado con tanta fuerza a los pequeños comerciantes, ya que las nuevas normas ponen en cintura comportamientos culturales arraigados en la región como ingerir licor en las afueras de los establecimientos o en la vía pública.
Ante esta problemática, que en opinión de algunos podría llevarlos a la quiebra, Undeco y otras agremiaciones de la ciudad le pidieron recientemente al alcalde Alejandro Char, en sesión del Concejo Distrital, que modifique o adapte las medidas en cuestión.
Se trata de un tema polémico ya que no tienen que existir diferencias a la hora de aplicar la ley, pero el debate está abierto. Mientras se toma una decisión, los tenderos deben apostar por fortalecer su actividad mercantil en materia de formalización, tecnificación y modernización para asumir los nuevos retos del mercado.