En un cuarto destinado para labores de modistería y costura, Carlos Bockelmann, hijo de la dueña de esta casa en el norte de Barranquilla, y Luis Miguel Ballestas iniciaron una idea de negocio con dos computadores y el servicio de internet. Bockelmann regresó a Colombia luego de vivir en España para cumplir la promesa que hizo a Ballestas, su compañero de estudio de Ingeniería de Sistemas en la Universidad del Norte: 'Me acompañarás en un emprendimiento y tendrás que renunciar a tu empleo'.
Seis años después de aquella gestación, nacimiento y desarrollo de Come Ya, como llamaron a su iniciativa empresarial de base tecnológica, se completó un ciclo al ser absorbida por iFood, jugador potente en el negocio de las aplicaciones digitales de pedidos de comida a domicilios en Latinoamérica y con el respaldo de Just-EAT, compañía global del sector.
Todo comenzó en 2013, cuando Bockelmann y Ballestas aprendieron en su inserción al mundo laboral el diseño de aplicaciones para empresas de servicios públicos. En Ludycom S.A. crecieron y fueron coordinadores del equipo de desarrollo de software.
La llave para abrir la puerta y creación de una compañía de mensajería en línea estaba en sus manos. Y la fase temprana de su emprendimiento estaba soportada en hojas de cálculo, en las cuales había estimativos, cobro de comisiones para atraer y vincular restaurantes. 'Hicimos una proyección muy optimista, que plasmamos en ese archivo y estimamos estar en punto de equilibrio en seis meses, pero no ocurrió de esa manera', recuerda Ballestas.
Los socios insistieron en su objetivo, sin olvidar que tenían que generar ingresos mientras levantaban la base de su proyecto. Luis Miguel trabajó medio tiempo y vendió su carro; mientras Carlos redujo sus gastos viviendo con sus padres. 'No hubo inversión, sí sacrificio', afirma Bockelmann.