Compartir:

Las cuentas fiscales del Gobierno se aprietan cada vez más y el panorama hacia adelante muy retador, en especial, en un año preelectoral, en el que el gasto del Ejecutivo viene en ascenso. Y para colmo de males, a nivel empresarial, el país está mal, eso si se tiene en cuenta que la compañía más importante del país (Ecopetrol), va disminuyendo sus utilidades en cada trimestre, y con una reputación que se ha ido dañando debido a los escándalos fiscales de su presidente Ricardo Roa.

Pero eso no es todo, si le sumamos el decreto que impuso el Gobierno para elevar las tarifas de retención en la fuente en varios sectores, y de paso, el elevado gasto público actual, son factores en contra que hacen que el margen de error sea menor o relativamente nulo.

Y para colocarle una presión más, se le añade que agencias de riesgo como S&P y Moody´s tienen la lupa puesta en Colombia, ya que cualquier tropezón del Gobierno podría rebajar la calificación del país próximamente.

Entonces, conociendo estos cuellos de botella, la gran pregunta es ¿Colombia puede tener el déficit fiscal más alto de su historia? Pues diferentes analistas y estudios económicos indican que probablemente así sea.

El análisis

De acuerdo con el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, Colombia podría cerrar 2025 con un déficit fiscal de 7,8 % del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto desde la emergencia sanitaria por la covid-19. Dicho informe analizó las proyecciones de gasto del Gobierno Nacional Central (GNC) a la luz de los últimos datos de ejecución presupuestal y del Plan Financiero vigente.

Según el equipo, la estimación surge de una combinación de factores como un faltante de ingresos de $27 billones frente a lo presupuestado, y un gasto adicional de $21 billones, producto de una ejecución más acelerada del presupuesto y del rezago y señala que de no implementarse recortes drásticos o identificarse nuevas fuentes de financiamiento, las necesidades fiscales del país ascenderían a $138,8 billones, cifra sin precedentes fuera del contexto de pandemia.

A su vez, el centro de estudios económicos Anif le apunta a una diferencia entre los ingresos y los gastos equivalentes al 7,1 % del PIB. Inclusive, calculan que podría haber un faltante de más de $30 billones en ingresos frente a los cálculos del Plan Financiero.

“Hay dos problemas: las metas de recaudo siguen siendo optimistas y el año pasado hubo un rezago presupuestal muy alto ($52 billones) que se debe pagar este año. Se necesita un recorte de gasto sí o sí, sincerar las cuentas y revisar muchos programas que no se están ejecutando y no se van a ejecutar”, dijo Anif.

El ex viceministro de Hacienda Andrés Pardo sostuvo que, bajo este escenario de déficit, creen que la expectativa de recorte de tasas del Banco de la República se pueda ver reducida, y señaló que la Línea de Crédito Flexible con el FMI podría ser suspendida permanentemente.

¿Se cumplirá la regla fiscal?

A pesar de este panorama, desde el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá señalan que el Gobierno podría declarar nuevamente el cumplimiento formal de la Regla Fiscal, gracias a las llamadas Transacciones de Única Vez (TUV), que permiten justificar temporalmente desviaciones en el déficit primario bajo circunstancias excepcionales.

Es de aclarar que todas las agencias calificadoras tienen actualmente a Colombia en perspectiva negativa, lo que implica que una rebaja en la nota crediticia podría ocurrir ante señales de deterioro fiscal como las que proyecta este informe.

El informe concluye que, para cubrir el déficit de $48 billones adicionales, el país tendrá que acudir a mayores niveles de endeudamiento, tanto en el mercado local como en el internacional. Esto, a su vez, aumentaría los costos financieros y complicaría aún más el panorama fiscal para los años siguientes.