Desde el gremio Colfecar manifestaron el rechazo a la expedición del Decreto 572 de 2025, mediante el cual el Ministerio de Hacienda incrementa en un 218 % la autorretención en la fuente del impuesto sobre la renta, para las actividades de transporte de carga por carretera (código 4923) y de mensajería (código 5320) pasando del 1,1 % al 3,5 %.
El gremio, liderado por Nidia Hernández, sostuvo que esta decisión, adoptada sin diálogo previo con el sector, representa otro golpe que pone en riesgo la sostenibilidad de las empresas de transporte de carga.
“El Gobierno no abrió espacios de diálogo al sector transporte a pesar de que nosotros solicitamos el espacio el pasado 25 de abril, para poder presentar las cifras y argumentos que demuestran la inviabilidad de la medida. El transporte de carga atraviesa una coyuntura crítica, con unos costos operativos al alza, carga tributaria asfixiante, y márgenes operativos muy bajos, lo que ha hecho que muchas empresas hoy operan al borde del punto de equilibrio o en pérdida”, dijo Colfecar en un comunicado.
En ese sentido, agregan que este Decreto es inconveniente para la economía del país y en particular para el sector transporte, debido a las graves consecuencias para esta actividad, al generar una afectación en materia de liquidez y en consecuencia de disminución de capital de trabajo de las empresas de transporte, lo que sin duda agravará aún más la crisis por la que están atravesando.
“Entre el 1 de enero de 2024 y el 1 de abril de 2025, el Gobierno ha incrementado el precio del diésel en un 16%, a pesar de que este representa el 40 % de los costos del transporte de carga. A esto se suma un aumento acumulado del 22 % acumulado del Salario Mínimo (aumento del SMMLV 2024 de 12% + aumento del SMMLV 2025 de 9,5% = 22 % acumulado), que, junto con la reducción de la jornada laboral que nuevamente disminuye el próximo mes de julio seguirá aumentando el costo de las horas extras para un sector que trabaja 7x24 los 365 días del año. Además, los peajes han subido un 30 % y, combinado con las altísimas tasas de interés y el alto precio del dólar que impacta a nuestros insumos y repuestos, ha generado una gran presión sobre el flujo de caja de las empresas de transporte de carga”, sostuvo el gremio en sus argumentos.
Recuerdan dentro de ello que el Ministerio de Transporte intervino el mercado de los fletes en noviembre de 2024, estableciendo un valor mínimo obligatorio para los fletes, lo que ha hecho que las empresas de transporte destinen mayor volumen de recursos apretando aún más flujo de caja. “Esta situación de liquidez se agrava debido a que los generadores de carga realizan sus pagos en plazos que oscilan entre 45 y 60 días”.
Además, señalaron que el sector se encuentra ante una hiperregulación e inseguridad jurídica por cuenta de diferentes proyectos normativos que pretenden seguir aumentando los costos del sector transporte como, por ejemplo, el proyecto de decreto del MinComercio que aumenta los aranceles a insumos (llantas), autopartes y vehículos.
Hicieron además mención en que actualmente, cursa en el Congreso el Proyecto de Ley de Reforma Laboral, el cual aumenta recargos nocturnos, dominicales y festivos, así como los porcentajes del contrato de aprendizaje, aunado al hecho que se viene realizando la reducción a la jornada laboral que vuelve a disminuir en el mes de julio a 44 horas, y el próximo año a 42 horas.
“Adicionalmente, el día de hoy el MinTransporte publicó el proyecto que modifica el Decreto 1079/2015 por cuarta vez, el cual busca imponer mayores costos a las empresas de transporte mediante la adjudicación de nuevas obligaciones e incrementos en el costo del registro a nuevos vehículos de carga (pasando el aporte al FOPAT del 15% al 25%), lo que genera mayor incertidumbre y mayores impactos en costo, de manera que hacen imposible poder cumplir con este aumento impuesto en las tarifas de autorretención del impuesto de renta”, sostuvo Colfecar.
Agregan que mientras los costos y gastos del sector incrementan drásticamente, los ingresos disminuyen debido al estancamiento económico de sectores como la industria que viene con cifras negativas por más de dos años, la minería viene siendo marchitada, la construcción de vivienda viene cayendo por más 18 meses, y el comercio creciendo a niveles irrisorios.
“Ante esta situación están obligando a lo imposible al sector transportador, al anticipar impuestos por unas utilidades que dudosamente se van a generar. De hecho, las empresas de transporte frecuentemente terminan con saldos a favor en la Dian que pueden tardar hasta 8 meses en ser devueltos, debido a que los procedimientos de devolución son extremadamente largos y complejos para realizarlos, afectando su caja y su capacidad operativa. Anticipar impuestos solo acelera un camino hacia la quiebra”, concluyó Colfecar.