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Hay una pregunta que generalmente se realizan los colombianos, pero ahora más: ¿Estaremos bien o mal para este 2025? Y es que eso comienza a retumbar no solo en los expertos en la materia, sino para cualquier persona.

Esto se puede incluso comparar como cuando un colombiano o una familia se pregunta: ¿qué nos deparará el año nuevo? En esta ocasión el enfoque se mira desde el lado económico. Y es que no es para menos. Con un 2023 que cerró en un pobre 0,6 %, y un 2024 que quizás cierre en un 1,8 %, las preguntas se acentúan con el pasar del tiempo.

Sin embargo, las perspectivas económicas de Colombia para este año parecieran que por fin verán la luz al final del túnel, en una época en la que la desaceleración económica tocó sin piedad a todos los segmentos de la economía colombiana, y en general a toda la región (Latinoamérica).

Un análisis realizado por el centro de pensamiento económico Anif, en Colombia, señala que hay noticias buenas, malas y regulares acerca de la economía en el 2024.

José Ignacio López, presidente de Anif, espera que la economía retome su senda de crecimiento tras haber solo crecido 0,6 % en 2023. En el reciente Informe de Política Monetaria del Banco de la República, este proyecta que el PIB del país crecerá 1,9 % al cierre de 2024 y 2,9 % en 2025.

“El Banco destaca que la actividad económica se verá impulsada por un aumento en el consumo privado y la expansión en la inversión, principalmente en el sector construcción, así como por la recuperación del consumo tras la pandemia”, detalló.

En ese sentido, agregó que en línea con las expectativas del Banco, aunque con una postura un poco más conservadora, Anif proyecta un crecimiento final del 1,8 % para 2024 y del 2,6% para 2025. “Este crecimiento estaría impulsado principalmente por el desempeño de los sectores agropecuario y actividades artísticas en 2024, junto con una recuperación de la industria y la construcción prevista para 2025″.

En inflación, Anif resaltó que el comportamiento del Índice de Precios al Consumidor ha sorprendido en los últimos meses. “Los precios de la economía han mostrado un menor crecimiento al anticipado, llevando a que en octubre de 2024 la inflación anual ya se ubique en 5,4 %”.

“En su última revisión, el Banco de la República reportó una revisión de la proyección de inflación, ubicándola en 5,3 % para el cierre del año (vs. 5,7 % anteriormente) y en 3,1 % para 2025 (vs. 3,0 %). Dada la significativa desaceleración de los precios registrada en los últimos meses, en Anif también revisamos a la baja la proyección, y actualmente anticipamos que la inflación cierre 2024 en 5,0 % y 2025 en 3,8 %”, manifestó López.

Añade que en 2025, en materia de tasa de interés, se pronostica una tasa de cierre de 6,75 %.

Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República, manifestó que las perspectivas para 2025 apuntan a un crecimiento de la economía colombiana de 2,9 %, muy próximo a su potencial, y a una convergencia de la inflación a su meta de 3,0 % hacia finales de este año.

“Con ello se espera dar por terminado uno de los períodos más complejos para la economía colombiana y más retadores para la Junta Directiva del Banco de la República”, detalló Villar.

Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dijo que para cerrar 2024 Colombia estará por debajo del promedio regional, con un crecimiento del 1,8 %. Sin embargo, se espera un repunte más elevado en 2025, que alcanzaría 2,6 %, superando así el promedio estimado para la región (2,5 %).

Algunas alertas

Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas de Bancolombia, precisó que para 2025 será determinante que el Gobierno adopte medidas consistentes en austeridad fiscal y sinceramiento de las cuentas.

“De cara al mediano plazo es inquietante la dinámica de la deuda que amenaza con retronar al 60 % del PIB y el riesgo que surge de los cambios aprobados al Sistema General de Participaciones y que requiere de una expedita modificación de la Ley de Competencias para equilibrar la transferencia de recursos a regiones con responsabilidades de gasto”, detalló Clavijo.

Por último, ve como esperanzadoras las señales que se vislumbran desde la dinámica de la cartera en el país.

“Aunque aún falta camino para meter a fondo el acelerador en el crédito, la evolución de los desembolsos de consumo, hipotecarios y comerciales, durante los últimos meses, refleja una reconfiguración desde la demanda –ante menores tasas de interés– y un sistema financiero presto a apoyar la reactivación económica”, puntualizó Clavijo.