El Ministerio de Comercio, en cabeza de Luis Carlos Reyes, defendió el aumento de aranceles a vehículos híbridos, afirmando que esta medida es parte de una estrategia para promover la producción de vehículos eléctricos en Colombia.
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Y es que justamente, con el fin de estimular el uso de fuentes móviles que generaran menos emisiones contaminantes al aire, el Ministerio de Comercio busca derogar el Decreto 1116 de 2017 que creó un cupo anual de importación de vehículos híbridos que paga un arancel del 5 %, inferior al arancel general que se aplica a los vehículos importados, del 35 %.
“La medida se plantea porque las importaciones bajo el Decreto 1116 no han arrojado los resultados esperados, pues un carro híbrido funciona con dos motores de distinta naturaleza: un motor de combustión interna que opera con gasolina, y un motor eléctrico”, dijo Reyes.
Agregó: “Es decir, que no necesariamente implica una reducción significativa de emisiones contaminantes, ni a la reducción en el consumo de combustibles fósiles, ni una mayor eficiencia energética. Esas importaciones tampoco han generado estímulos a la inversión ni a la producción nacional”.
Señaló que, por esa razón, el Ministerio de Comercio propone, a través de un proyecto de decreto publicado para comentarios, la derogatoria del Decreto 1116.
De acuerdo con la cartera de Comercio, con la derogatoria del Decreto del 2017, la importación de vehículos híbridos procedentes de países con los que Colombia no tiene acuerdo comercial vigente, pasarán al régimen general que aplica para los vehículos importados, es decir que pagarán un arancel del 35 %, que es el que aplica para los vehículos importados a combustión (gasolina).
“Hay que señalar que uno de los objetivos del Gobierno es la diversificación de las actividades productivas, que profundicen en el uso de energías limpias, intensivas en conocimiento e innovación. Se trabaja por una industria que propicie el desarrollo sostenible, la competitividad del país y la creación de bienes con alto valor agregado”, detalló Reyes.
Por otro lado, el jefe de la cartera de Comercio dijo que se trata de un cupo de importación que representa un importante costo fiscal para la Nación ($120.000 millones al año, aproximadamente), y que no fomenta o incentiva la producción nacional de vehículos con nuevas tecnologías en el país, en contravía de la política nacional en materia de reindustrialización.
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“Dado el impacto del sector automotor en la economía del país, resulta de vital importancia generar incentivos para su desarrollo con el fin de alcanzar el objetivo principal de la Política Nacional de Reindustrialización, que consiste en transitar de una economía extractivista a una economía del conocimiento, productiva y sostenible”, dijo el Ministerio de Comercio.