Colombia prepara la primera emisión de bonos verdes soberanos y para ello adoptó el marco de referencia de este proceso.
Los TES verdes se lanzarán en el tercer trimestre de este año y será la segunda emisión de este tipo que realice en un país de América Latina. Colombia es el primero en hacerlo en moneda local.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, indicó que los recursos de la emisión serán destinados para cubrir los gastos asociados a un portafolio verde, que incluye 27 proyectos en seis categorías por el orden de los $2 billones.
Los proyectos que hacen parte del portafolio verde tienen que ver con la gestión y saneamiento de agua, transporte limpio, servicios ecosistémicos y protección de la biodiversidad, energías renovables, economía circular y producción agropecuaria sostenible y adaptada al cambio climático.
'Esto es un paso importante en el camino correcto hacia el futuro, pues estamos cimentando las bases de una nueva alternativa para financiar proyectos de inversión, que permitan cumplir nuestros compromisos y contribuir en el propósito de disminuir nuestra huella de carbono en el mundo', dijo el ministro Restrepo.
Destacó que el marco de referencia fue elaborado con apoyo del Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y contó con la opinión independiente del evaluador internacional Vigeo Eiris, parte de Moody’s ESG Solutions.
'Como líder global en financiamiento sostenible, fue un honor para el Banco Mundial compartir su conocimiento y experiencia con el Gobierno y será un gran placer seguir ofreciendo asistencia técnica al proceso de asignación de los recursos y al reporte de impacto que seguirá a la emisión', dijo Donato De Rosa, líder de Programa del Banco Mundial para Colombia.
El contenido del documento está alineado con las buenas prácticas internacionales sobre beneficios ambientales, financiamiento sostenible, transparencia y responsabilidad con los inversionistas.
Por su parte, César Arias, director de Crédito Público y Tesoro Nacional, dijo que los TES Verdes fortalecen la estrategia de financiamiento sostenible, desarrollarán el mercado de capitales local y facilitarán el tránsito hacia una economía baja en carbono, resiliente al clima y orientada a la conservación de la biodiversidad.