Carlos Guerra Schemel, gerente administrativo de Henry’s, marca de restaurante hecha en Barranquilla y con presencia en seis ciudades del país, anuncia que no cerrará ningún local y resistirán. 'Hemos manejado alivios laborales: vacaciones colectivas, anticipadas. Arreglos para que los 190 empleados que generamos reciban salarios básicos sin comisiones. Lo justo pensando en ello y en su seguridad social. Estamos tratando de sostener la fuerza laboral con toda la consciencia'.
En Barranquilla el arriendo del metro cuadrado para alquiler comercial está entre los $170.000 y $230.000 estima Guerra Schemel. Y un local de 200 metros cuadrados arriendos puede costar su alquiler entre $25 millones y $30 millones mensuales. A estos costos se le suma la carga laboral, los costos fijos en servicios públicos, que aunque no están operando el inquilino debe cancelar.
'En resumen entre $70 millones y $80 millones en costos fijos asume un dueño de un restaurante y con las ventas bajando de $200 millones a cero, los restaurantes estructurados le cuesta vender a domicilio. Las ventas de carnes y asados no es lo mismo comerla en el sitio, por tema de cocción y presentación', dice Carlos Guerra Schemel.
Por eso pide que el Gobierno intervenga y tenga en cuenta al sector afiliado en Acodrés y a los propietarios de restaurantes.
'Necesitamos que el Gobierno interceda y más en la situación de los arriendos. Nuestro gremio no se reactivará como venía. Estamos propensos a flaquear cuando se reactive. Los costos de servicios de energía se reactivarán, los costos laborales también y así sea que llegue uno o 100 clientes, esto ante los compromisos adquiridos con los bancos tendrán un efecto en las proyecciones. La ideas es salir menos endeudado. Es por eso que no se encaja las cuotas que se proponen para acceder a más créditos'.